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Primer corazón artificial a partir de uno de rata

Utilizaron el corazón de una rata muerta, vaciaron sus células mediante un baño con detergente y lo rellenaron de células cardíacas cultivadas en laboratorio a partir de otras procedentes de roedores recién nacidos. El resultado ha sido el primer corazón artificial capaz de bombear sangre. (Foto: EFE).

el 14 sep 2009 / 22:43 h.

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Utilizaron el corazón de una rata muerta, vaciaron sus células mediante un baño con detergente y lo rellenaron de células cardíacas cultivadas en laboratorio a partir de otras procedentes de roedores recién nacidos. El resultado ha sido el primer corazón artificial capaz de bombear sangre.

Eso sí, por ahora sólo últil en animales, según ha avisado el equipo de científicos de la Universidad de Minnesota (EEUU) que ha fabricado el órgano. No obstante, este logro abre las puertas para poder aplicar la técnica en pacientes humanos y crear toda clase de órganos bioartificiales para trasplantes. "El objetivo sería desarrollar vasos sanguíneos u órganos completos que se generarían con las células del propio paciente", explica Doris Taylor, la investigadora principal del trabajo que publica la revista Nature Medicine. "De momento, lo hemos logrado con corazones, pero pensamos que en el futuro podremos obtener cualquier órgano que necesite un enfermo".

Los científicos bautizaron su método como descelularización. Se basa en extraer todas las células de un órgano -en este caso, el corazón de un animal muerto-, dejando tan sólo su andamiaje. "Es como si a un edificio le quitas todo menos la estructura básica de pilares y vigas que lo sostiene", explica. Después se le inyectan las células cardiacas y se cultiva el producto en el laboratorio. Los resultados de la técnica fueron espectaculares: cuatro días después de sembrar el tejido del corazón muerto con las células neonatales, el órgano bioartificial empezó a contraerse. Y ocho días más tarde, latía al 2% de un corazón humano.

Dada la proeza, el experimento se repitió con cerdos y, de nuevo, los resultados fueron positivos. Así, y aunque todavía han de pasar varios años hasta que se pruebe la efectividad de esta técnica en humanos, los científicos vislumbran que los órganos de los donantes fallecidos podrían sembrarse con células madre del paciente receptor para trasplantarlo sin rechazo -usaría sus propias células-.

Además, "la técnica abre la puerta a la posibilidad de que pueda crearse cualquier órgano: riñón, hígado, pulmón, pancreas. Díganos lo que necesite y esperamos poder fabricarlo", apostilla Taylor.

Hasta ahora, ya se habían logrado algunos éxitos importantes en el campo de la llamada ingeniería de tejidos. En abril de 2006 se crearon vejigas artificiales a partir de células cultivadas en un laboratorio de la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte, EEUU). Pero nunca se había conseguido un corazón bioartificial completo capaz de imitar el bombeo del tejido cardiaco. De ahí que el doctor Harald C. Ott, coautor del hallazgo, haya declarado: "Cuando vimos los primeros latidos [del corazón artificial], nos quedamos totalmente estupefactos".

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