Cables de cobre de Red Eléctrica Española, de Endesa y hasta del alumbrado público de Sevilla cuyo valor total se calcula por encima de los 1,2 millones de euros. La fábrica Recuperación de Materiales Diversos (RMD), ubicada en Aznalcóllar, tenía más de 130 toneladas de cobre robado en sus instalaciones, que había adquirido en 11 chatarrerías de Andalucía y Extremadura. La Policía Nacional hizo este balance inicial de la operación contra los ladrones de cobre más importante de Andalucía "y posiblemente de España" que, por ahora, lleva un detenido, que este martes fue interrogado, y un imputado.
La operación Cobre, que se remonta al año 2007 al detectarse un aumento de los robos de este material en instalaciones eléctricas y de telefonía, tuvo su punto álgido hace una semana, cuando la Policía Nacional procedió a la incautación de 130 toneladas en RMD. El comisario jefe de la brigada de la Policía Judicial en Sevilla, Manuel Piedrabuena, puntualizó ayer que hay "colaboración absoluta" de la empresa, que reveló que compró el cobre en 11 chatarrerías de Sevilla, Cádiz, Murcia, Granada, Badajoz y Huelva. En este sentido, aclaró que una de estas empresas es "a la que más inspecciones se le han hecho" en los últimos tiempos, sin que hallaran pruebas de que almacenara cobre robado. "Si no está ahí, lo esconden en otro sitio", apuntó, no sin antes informar de que el precio de mercado del cobre está en 1,5 euros el kilo con su funda y 5,5 si éste viene "pelado o quemado". Una vez adquirido, todo el material -el robado y el que no- se distribuía a fundiciones de España y del extranjero.
La dificultad en la localización del material, que ha ocasionado que se tarde varios días en dar a conocer la cantidad exacta, se debe a que estaba mezclado con el resto de cobre que se había obtenido por medios lícitos. Pese a ello, se ha podido saber el origen del cobre robado gracias a "la colaboración de la empresa", que ha facilitado "los registros documentales, la hora de llegada de camiones y hasta el nombre del conductor". No obstante, el comisario jefe también precisó que el cobre incautado se podía detectar que era robado por tener "claras señales", como la aleación.
El cobre recuperado en casi su totalidad procede del área metropolitana y tiene su principal punto de origen en las instalaciones de Endesa (122 toneladas). También hay 14 toneladas que sustrajeron de Red Eléctrica Española, 1.300 kilos de Telefónica, 680 kilos de ONO y 200 kilos de una empresa que presta servicio al alumbrado público en Sevilla.
El comisario jefe indicó que solamente es la primera fase de una investigación que se antoja larga. Tras localizar el material robado, ahora toca averiguar "quién llevó ese cobre a las chatarrerías", para lo que se analizarán los libros de registro de todas estas empresas para saber a qué personas compraron el cobre. "Nos va a costar mucho trabajo, porque hay muchas personas que tienen antecedentes por robos de cobre, pero no están localizadas", reconoció el comisario jefe al respecto.
