El grupo sevillano Progosa, especializado en servicios portuarios y logísticos en el continente africano, ha logrado abrirse camino en Libia, país que ha requerido su experiencia para analizar el potencial de sus puertos. Sin embargo, la atención de la empresa está centrada en lograr la concesión de las entradas vía marítima.
Habrá que esperar aún unos meses para conocer si, finalmente, Progosa se hace con la concesión de los principales puertos libios, una opción que está más cerca después de que el pasado mes de marzo firmara dos contratos de consultoría con la SPC, la sociedad estatal que gestiona la mayoría de instalaciones portuarias, "para auditar los puertos desde los puntos de vista de explotación, jurídico, contable, organizativo, administrativo e informático", explicó ayer el vicepresidente ejecutivo del grupo, Pablo López-Campos.
Progosa, que tiene su sede social en Sevilla, opera en una decena de países de África, antiguas colonias francesas, donde centra su actividad en las áreas de gestión portuaria, manipulación de mercancías, logística y puertos secos.
La política del grupo es entrar en el desarrollo portuario de la mano de socios locales, a través de joint venture, o bien mediante acuerdos de cooperación o alianzas en proyectos con otras empresas. Así, uno de sus últimos acuerdos -que aún está pendiente de concretarse en la participación que tomará Progosa- se encuentra el acuerdo con Socotram (Sociedad Congoleña de Transporte Marítimo) para cooperar en el desarrollo de sus actividades.
Además, en el último año han incorporado una nueva línea de negocio: servicios de consignación (esto es, representación de las navieras en tierra), en asociación al 50% con el grupo francés Worms. Ya han abierto una agencia en Lomé (Togo) y ahora van a instalarse en Dakar (Senegal). De hecho, uno de los pasos futuros será contar con una representación en China para contactar con eventuales clientes. Y es que, según explicó, el gigante asiático es el principal comprador de la materia prima africana y, a la inversa, África toma sus bienes de consumo del made in China.
López-Campos, que indicó que 2008 fue un año "fantástico" al incrementar un 15% el volumen de actividad -no facilitan datos de facturación-, sí consideró, no obstante, que la crisis tardará al menos dos años en llegar al continente africano, "un bache que habrá que aguantar".
