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Protestar para que le paguen le cuesta una orden de alejamiento

Denunciada por su empresa, la empleada se enfrenta a un juicio por coacciones

el 28 ago 2010 / 14:48 h.

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Un juez de Sevilla ha mantenido la orden de alejamiento contra una trabajadora que durante varios días de mayo y junio pasado se apostó con una pancarta frente a su empresa, una autoescuela, para reclamar nueve meses de sueldos atrasados, en una medida que se mantendrá hasta el juicio por coacciones en su contra previsto para el próximo 15 de octubre.


Fuentes del caso han informado a Efe de que el juez ha rechazado el recurso de la trabajadora E.C.O., profesora de autoescuela, y ha mantenido la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de cualquiera de las sedes de su empresa repartidas por Sevilla.


La orden de alejamiento dictada en principio por el juez el pasado mes de junio es consecuencia de la denuncia por coacciones interpuesta por el empresario J.E.R.G., lo que ha dado lugar a un juicio de faltas contra la trabajadora cuya celebración ya ha sido fijada para el próximo día 15 de octubre.


Durante cinco días de mayo y junio, la profesora se apostó con una pancarta delante de la sede de la autoescuela en la calle Pruna de la capital sevillana reclamando el pago de sus salarios atrasados entre julio de 2008 y marzo de 2009, lo que motivó la denuncia del empresario porque tal hecho "crea una mala imagen frente a los clientes".


El abogado de la trabajadora, José María Lora, recurrió la orden de alejamiento porque se trata de una medida "de difícil cumplimiento" que obliga a la empleada a no acudir a su puesto de trabajo y, en consecuencia, se ve abocada al despido por mala fe contractual.
El empresario ha basado su denuncia en que la sentencia de reclamación de los sueldos atrasados le dio la razón en primera instancia, si bien está recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), donde la defensa alegará que se basó en el testimonio de otras dos empleadas de la autoescuela, y por lo tanto vinculadas económicamente al empresario.


La trabajadora reclama los sueldos atrasados entre julio de 2008 y marzo de 2009, fecha en la que se acogió a una baja por depresión en la que ha estado un año, tiempo durante el cual su sueldo fue abonado por una mutua.


A partir de entonces E.C.O. se apostó durante cinco días ante una de las sedes de la autoescuela, fuera de su horario de trabajo, con una pancarta en la que reclamaba el pago de los sueldos atrasados.

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