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Protestas a voces en plena calle

Varios comerciantes trasladaron sus quejas directamente al alcalde.

el 05 ago 2010 / 19:38 h.

El alcalde y su séquito acababan de llegar a la calle San Jacinto en la esquina con Pagés del Corro cuando Rosario Guerrero se acercó al regidor.

-Alcalde, enhorabuena.
-Gracias- respondió Alfredo Sánchez Monteseirín, dándole dos besos.
-Enhorabuena por cargarse el comercio de Triana.

Rosario no se lo pensó. Cuando vio al alcalde frente a su tienda de ropa, se fue hacia él decidida, sin el reparo de los que piensan que ya han perdido la batalla.

-Pues no puede usted quejarse, tiene la tienda llena- le dijo Monteseirín.

Más de media hora después de este intercambio de palabras, Rosario todavía rezumaba indignación. Su tienda estaba llena pero no de clientes, sino de carteles: "Rebajas". "Por eso tengo la tienda llena, porque lo tengo todo a precio de saldo". Cuenta que, durante la primera fase de las obras, sus ventas descendieron un 70%. Ahora, teme que vuelva a ocurrir lo mismo.

Como otros comerciantes, Rosario se queja de que no los han escuchado, de que la primera reunión informativa comenzó con "esto se va a hacer, sí o sí", y de que la última la convocaron a las ocho de la tarde uno de los día que España jugaba en el Mundial. El partido era a las 20.30 horas.

Los nervios de algunos estaban algo desbocados. Al paso del alcalde por su tienda de textiles, una señora salió a la puerta y le espetó a voces: "Obras, obras y obras. ¿Y quién le da de comer a mis hijos?". Uno de los acompañantes del alcalde trató de calmarla. Después prefería no hablar: "Ya lo he dicho todo y me van a meter en la cárcel".

No todos eran tan viscerales. El presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo de Triana, Juan Macías, explicó que "los comerciantes no somos contrarios a la peatonalización, el problema es que previamente no han mejorado la movilidad y el acceso al barrio. Ahora quedará más o menos bonito, pero el daño ya está hecho. La vía que nos queda es el pataleo".

Otras opiniones, aunque menos escuchadas, también se hacían un hueco en San Jacinto. Arturo Bernabéu regenta una zapatería y se muestra favorable a que la calle sea peatonal. "Claro que una obra afecta, todo son incomodidades", declara. "Pero si es para mejor, adelante". Cree que hay que esperar a que esté terminada, pero, en cualquier caso, "si se va a hacer, que termine cuanto antes".

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