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Puddle. Retención de líquidos

el 29 feb 2012 / 15:09 h.

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El control sobre la física de los líquidos es el mayor reto de este juego. Y os aseguramos que no es pequeño, puesto que la ley de la gravedad os jugará más de una mala pasada mientras intentáis sortear los muchos obstáculos que se cruzarán en vuestro camino.

   Lo mejor:

   - La recreación de los líquidos.

   - Planteamiento original.

   Lo peor:

   - Se hace bastante repetitivo.

   - Es muy corto.

   Meterse en la "piel" de un líquido es, cuanto menos, un planteamiento interesante. Y si, además, has de alcanzar un objetivo deslizándote por un escenario en el que no se te ponen las cosas nada fáciles, la idea mejora aún más. Pues esto es, justamente, lo que se le ocurrió a los seis estudiantes franceses que ganaron en la GDC de 2010 y que pudieron desarrollar su proyecto hasta crear este juego.

   En realidad, lo que tenemos que controlar, más que el líquido, es el escenario. Inclinándolo hacia la izquierda o hacia la derecha (con los gatillos o el Sixasix si juegas en PS3), se consigue que líquido vaya en una u otra dirección. De esta forma, se ajusta también la velocidad del mismo, fundamental para superar obstáculos o llegar a zonas altas.

¿PERO QUÉ HAY QUE HACER?

   El objetivo en Puddle es llegar a una meta, que puede ser un desagüe, una probeta o una tubería, dependiendo del escenario. Y es que, la acción transcurre en un laboratorio, un jardín o un laberinto de cañerías, cada uno con sus propios "enemigos" en forma de plantas carnívoras, planchas incandescentes, rayos láser o tubos de ensayo girando a toda velocidad. A estas contrariedades, se suma el hecho de que el líquido es, de por sí, una especie de ser vivo que se comporta con sus propias leyes.

   En ocasiones, será nitroglicerina, la cual tiene un componente explosivo altamente sensible a los golpes; otras veces, será una materia viscosa que avanza más lentamente y se separa con mucha facilidad, provocando que perdamos parte de la carga muy a menudo* Como veis, las cosas no son tan sencillas como parece.

   Nuestra misión es esquivar todo esto perdiendo la menor cantidad de líquido posible, dato que se nos marca con una especie de pipeta en una de las esquinas de la pantalla. Si nos quedamos con menos de la cantidad mínima, la fase terminará y tendremos que empezar de nuevo.

   Y, aunque la dificultad no es altísima, sí que hay momentos, sobre todo en las fases finales de cada escenario, en que os tocará repetir muuuuchas veces hasta llegar a buen puerto. Si, después de todo, os veis incapaces de conseguirlo, siempre os quedará la opción de "llorar", un extra al que sólo se puede recurrir dos veces en todo el juego, y que da por finalizada la misión inmediatamente.

   Si sois más o menos hábiles, podréis pasaros el juego en dos o tres horas, puesto que las fases son escasas y, poco a poco, se le va cogiendo muy bien el truco al desarrollo, que por cierto, no destaca especialmente ni por los puzles ni por las plataformas.

LO QUE ECHAMOS EN FALTA

   Puddle es un título divertido, que plantea retos interesantes y que recrea bastante bien la física de los líquidos. Sin embargo, el hecho de que sea tan corto, deja un poco cojo el resultado. Es cierto que se puede rejugar muy bien, puesto que al final de cada nivel se obtiene una medalla, de oro, plata o bronce, en función del tiempo empleado y la cantidad de líquido conservada. Pero no es suficiente aliciente.

   Por ejemplo, habría estado genial para redondear la cosa, un editor de misiones para que cada jugador pudiera crear sus propias fases y, luego, compartirlas con el resto del mundo para jugarlas online.

   Tampoco habría estado mal una mayor variedad de escenarios y de obstáculos, puesto que, al cabo de un rato, es evidente que el argumento se va a repetir durante todo el juego. Y la verdad es que termina siendo incluso aburrido el tener que cumplir con las mismas acciones pero en distinto decorado.

   Técnicamente, no hay nada especialmente destacable. Los gráficos son resultones, formados por una mezcla de elementos reales con otros recreados virtualmente. La música acompaña bien a la acción, pero no será de las que pasen a la historia de los videojuegos. Y la jugabilidad, por su parte, está bien lograda pero tampoco es la mejor del género.

CONCLUSIÓN

   Si habéis jugado a títulos como World of Goo, Aqua Panic o Locoroco, con Puddle os vais a encontrar un juego similar pero con algo menos interesante, puesto que ni cuenta con un desarrollo tan trabajado, ni con una recreación de la física notable, pero tan bien ajustada con la de aquellos (sobre todo en el caso de Locoroco, que es una auténtica maravilla). A pesar de eso, es muy recomendable. Os hará pensar, terminará enganchándoos y, además, sólo cuesta 800 puntos Microsoft, o 9,99 € en la versión de PS3

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