Existen más de mil casetas donde sentir de primera mano el espíruto festivo sin el que no se concebiría la Feria de Abril. El carácter familiar de las casetas, hace que la mayoría de ellas sean privadas, aunque también existe la posibilidad de acudir a las casetas públicas.
La estructura de las casetas es muy simple, están compuestas por un armazón rectangular de tubos, con un techo a dos aguas. En la parte frontal superior se coloca un tablero denominado "pañoleta", al cual se añaden pintados a mano motivos florales o típicos de la Feria sevillana.
Este año entre los sevillanos se mantiene la misma división de años anteriores, por un lado los que defienden que sus casetas sean particulares y por otro los que se quejan de la falta de casetas públicas donde acudir para divertirse durante su estancia en el Real de la Feria.
