La plaza del Museo cuenta este verano con nuevos inquilinos. La llegada del buen tiempo ha favorecido la concentración de "un gran número de indigentes", que ha tomado los bancos y poyetes de este enclave turístico de Sevilla. Los vecinos de esta zona del Centro ya han trasladado su preocupación al Distrito Casco Antiguo, del que esperan una solución para evitar que ello repercuta en una "lamentable imagen" de la ciudad para los que nos visitan en plena canícula.
De día y de noche. El grupo de indigentes ha hecho de esta plaza su hogar, por lo que aprovecha las grandes sombras de los árboles para guarecerse de las altas temperaturas, así como para instalar sus improvisadas camas de cartones y plásticos al caer la noche. "Es prácticamente una acampada, con mucha más concentración de indigentes por la mañana, aunque también vienen de madrugada con sus carritos y cargados de bolsas de plástico", explica Manuel Antonio Ruiz Berdejo, dirigente de la entidad vecinal. La asociación del Museo asegura que esta situación está afectando a la tranquilidad del barrio, pues a "los evidentes problemas de suciedad" que generan se suman también los de seguridad, ya que se producen "escandalosas peleas en plena madrugada" que alteran el descanso de sus habitantes.
Ruiz Berdejo va más allá y apunta que el problema está afectando al turismo. "Nos preocupa enormemente que los visitantes que desfilen por aquí se lleven en sus cámaras una mala imagen de la plaza". Ante ello, solicitan la rápida intervención de las autoridades municipales para evitar que "este sitio emblemático de la ciudad" siga degradándose sin remedio. De no producirse el levantamiento de este asentamiento de indigentes en pleno Centro, los residentes están dispuestos a hacer un escrito y "movilizarse si fuera necesario".
Los vecinos de la plaza del Museo señalan además que entre los indigentes hay "un gran número de población rumana", que podría haber venido de los recientes levantamientos de los asentamientos chabolistas de San Jerónimo y La Bachillera, ocurridos el mes pasado.
PREOCUPACIÓN DEL COMERCIO.
El problema también preocupa a los comerciantes de la zona, que indican que ha aumentado la inseguridad en las calles adyacentes a esta plaza. "Se producen más tirones y hay que tener cuenta con lo que se deja fuera, en los expositores de la calle, pues muchas veces desaparece". Pero no es solo eso. La plaza del Museo se ha convertido en las últimas semanas en el destino de la población indigente que deambula por el Centro. Los encuentros generan situaciones de conflictividad que amenazan con perturbar la normalidad de un barrio que reclama más presencia policial para acabar con este foco de marginalidad.
