Economía

Rajoy asumirá mayor "disciplina" si la UE frena la hemorragia de la deuda

El futuro presidente español se compromete a cumplir “impecablemente” con el déficit y a hacer una profunda reforma laboral.

el 08 dic 2011 / 15:37 h.

El futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió ayer ante los dirigentes europeos reunidos en Marsella (Francia) que para solucionar la crisis de la deuda es necesario, "sin más dilación", que se pongan en marcha "todos los medios y recursos disponibles". Y si se hace así, aseveró, España "apoyará" la "mayor disciplina" que implicarán estas "intervenciones".

Rajoy expresó el compromiso de España con el proceso que busca "fortalecer" la UE ante destacados jefes de Estado y de Gobierno europeos, como el presidente francés, Nicolas Sarkozy -quien dijo que si la cumbre europea fracasa sin acuerdos "no habrá una segunda oportunidad" para el euro-, y la canciller alemana, Angela Merkel, con los que se reunió en privado y por separado previamente. También tuvo un encuentro con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

El presidente del PP español señaló en su discurso la necesidad de que Europa dé "una respuesta conjunta y decidida" a la crisis que sufre, para demostrar que la UE "no es una ocurrencia, no es un experimento vacío" ni un "anacronismo", sino que debe seguir siendo "un proyecto económico y monetario, pero también político" y animó a los Estados miembros a hacer todo lo que esté "en sus manos" para reforzarla.

En concreto, avisó de que los países de la Eurozona deben "hacer ajustes presupuestarios profundos, eliminar gastos improductivos y hacer planes fiscales a largo plazo". Se trata, aseguró, de poner en marcha "reformas estructurales" que permitan "estimular el crecimiento y las garantías de competitividad".

Pero, avisó, para que estas reformas garanticen un nuevo tiempo para Europa, es imprescindible "poner en marcha todos los medios y recursos disponibles para contener la hemorragia de la deuda soberana", aunque suponga unas nuevas reglas para los Estados miembros.

"Soy consciente de que estas intervenciones requieren de un entorno de seguridad y de una mayor disciplina que eviten la irresponsabilidad presupuestaria", explicó, para después garantizar su apoyo a esta solución. "Adelante, hagámoslo. España lo apoyará. Necesitamos un mayor rigor presupuestario y establecer controles adicionales para evitar que una crisis como ésta se vuelva a repetir. Hagámoslo".

Además, animó a emprender esta tarea aunque suponga modificar Tratados: "Modifiquémoslos, hagamos todo lo que esté en nuestras manos para fortalecer la UE, puedo asegurarles que España apoyará decididamente este proceso", aseveró.

Rajoy garantizó así que España va a "avanzar en la consolidación fiscal" y a "cumplir impecablemente" con sus objetivos de déficit y se comprometió a emprender una "profunda reforma" del mercado laboral y una reestructuración "definitiva" del mercado financiero.

Acerca de esta última reforma, se está estudiando la posibilidad de crear un banco malo que agrupe activos contaminados, principalmente inmobiliarios, de las entidades financieras, aunque la decisión aún tardará unos meses, precisaron fuentes del PP.
Además, pretende "reformar y flexibilizar" el mercado laboral, porque "padece rigideces que dificultan la recuperación del empleo para los que lo han perdido y pone trabas a la incorporación de los jóvenes al proceso productivo". "Por ello, haremos una profunda reforma de nuestra legislación laboral", avanzó, sin entrar en más detalle.

Rajoy no estará presente en la cumbre de líderes europeos que arrancó anoche en Bruselas, pero sí lo hará el presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien ha consensuado la posición que defenderá España. Una de ellas se centrará en que nuestro país tenga poder en la capacidad de activar o bloquear las ayudas financieras del nuevo mecanismo europeo de estabilidad con el que se pretende sustituir al antiguo Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.

Según fuentes populares, Rajoy quiere que la mayoría que se establezca para activar este mecanismo -que, entre otras cosas, puede servir para hacer préstamos a los bancos y contribuir a su recapitalización- pase del 85% de los Estados al 90%, con lo que el porcentaje de países que pueden negarse a su activación también cambiaría del 15% al 10%.

Con este nuevo sistema de voto España tendría, junto a otros países como Italia, Francia y Alemania, capacidad de decisión en el nuevo mecanismo, que el presidente del Gobierno electo considera que puede tener un papel importante en las soluciones a la crisis que atraviesa Europa.

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