Rajoy se mostró ayer convencido de que Javier Arenas dará a Andalucía el "revulsivo" que necesita después de 26 años de gobierno socialista. El PP-A, dijo, ha iniciado el proceso del cambio "irreversible" y está "preparado" para gobernar en 2012.
Mariano Rajoy dice que le encanta venir a Andalucía porque en esta tierra se siente "cómodo, querido y muy a gusto". En los últimos cuatro años ha viajado a la comunidad 130 veces y ayer quiso clausurar el congreso del PP-A en Córdoba para dar el espaldarazo definitivo a Arenas en su cuarta carrera hacia la Junta.
El líder popular aseguró que "se ha iniciado el proceso del cambio irreversible" en Andalucía para que ésta tenga el "revulsivo que necesita". Sólo un político -afirmó- puede "situar a la región a la cabeza de España": Javier Arenas, al que ve con "más ganas y coraje que nunca".
Rajoy devolvió al dirigente andaluz el apoyo fiel que éste le prestó cuando en el PP se abrió la batalla por el liderazgo. Arenas ha sido uno de los mayores valedores del presidente popular y, tras el congreso nacional de Valencia, se incorporó a la ejecutiva como vicesecretario Territorial del partido.
Rajoy reconoció que la labor de Arenas en Andalucía, donde los socialistas gobiernan por mayoría absoluta, no es fácil. "Hay cosas más cómodas en la vida, pero gracias por tu trabajo. Te pido que trabajes como hasta ahora, con propuestas, cerca de los ciudadanos y con humildad".
Promesas . Con la misma disposición, el presidente del PP-A insistió en que se "volcará" para que Rajoy llegue a La Moncloa en 2012. Hiló un discurso con tono de candidato: "Si soy presidente de la Junta, el empleo será mi obsesión, no estaré más de ocho años en el Gobierno y nunca tendré mi despacho en ese palacio [San Telmo]. Prometió comparecer todas las semanas en el Parlamento, reformar la Administración, acabar con el "enchufismo" en la Junta y no celebrar nunca más elecciones conjuntas.
"A esta es" . Retomó la oferta de pactos con el PSOE en Justicia, Educación y financiación autonómica "por encima de intereses partidistas". Arenas pidió a los suyos que salgan a la calle a "pregonar" que el cambio "es posible". Hasta su amiga de Huelva -que tanto mencionó en campaña- ya ha cambiado de opinión. Antes le decía a Arenas que recorrerse Andalucía era "to pa ná". Ahora le anima: "A esta es, a esta es".
