Manuel Jesús Rodríguez, Óscar (trompeta) y Manuel Lizano (trombón) lloraron como niños en el concierto de despedida que la agrupación Nuestro Padre Jesús de la Salud ofreció en el templo del antiguo convento del Valle tras saber que no volverían a tocar tras el Señor en la Madrugá. Juan Miguel Ortega Ezpeleta regresaba entonces al cargo de hermano mayor y el cambio de banda había sido uno de sus compromisos electorales, atendiendo a la petición de los costaleros. Aquella Madrugá, Virgen de los Reyes consiguió recuperar su contrato más anhelado.
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Aunque renunciando a su nombre y con el banderín tapado, la agrupación siguió ensayando en el destierro y tocando en certámenes, algunos pueblos o en la cabalgata de Reyes Magos. Muchos de sus componentes buscaron consuelo en otras bandas, pero otros permanecieron fieles a este grupo.
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Sólo unas nuevas elecciones devolvieron la esperanza a estos chavales, que nunca dejaron de ensayar. Ya en la Cuaresma pasada pudieron tocar otra vez en su templo, pues todos son hermanos de Los Gitanos, el día en el que el nuevo hermano mayor, Pepe Moreno, anunció que crearía una sección musical en el seno de la hermandad que aglutine a las dos bandas -la chica, que va en la Cruz de Guía, y la agrupación musical- y que, tal como aprobó el cabildo general de hermanos, aspirará a formar una banda para el palio, "pero sin plazos".
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Después de un año de duro trabajo, de ensayo diario, incluido domingos y festivos, en una nave del polígono Navisa, esta tarde, a las 21.15 horas, la remozada agrupación, con 105 músicos, entrará con su banderín y los nuevos uniformes -una versión reformada de los últimos que lució la agrupación- en el santuario para ofrecer el concierto de presentación y mostrar que están preparados para volver a tocar tras el Señor de la Madrugá.
-->--> -->Y aunque el repertorio es prácticamente el mismo que hace cuatro años, "a todas las marchas Pacheco les ha hecho arreglos para que la banda tenga un sello propio. Puede que el público general no note la diferencia, pero cualquiera que esté habituado a escuchar estas composiciones se dará cuenta", asegura García, que presume: "Estoy seguro de que quien la escuche se va a sorprender porque la calidad es muy alta, aunque La Saeta suena a lo que ha sonado siempre".
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Juan Carlos García, mayordomo segundo de la hermandad, es ahora el director general de la sección musical por acuerdo del cabildo de oficiales, y Pedro Manuel Pacheco, director de la banda de Las Cigarreras, ha asumido la dirección musical de la agrupación.
-->--> -->Así que, tras la travesía por el desierto, llega la hora de entrar en la tierra prometida: "La gran ilusión de los hermanos músicos es tocarle al Señor" y, ante la inminencia de la Semana Santa, "no es que estén ilusionados, es que están emocionados".
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Además, tienen otros dos contratos: el Martes Santo, con La Clemencia, en Jerez, y el Miércoles, con Los Gitanos de Lebrija. Y compromisos para mayo y el Corpus.
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Mientras que llega la Madrugá, los chavales siguen ensayando las nuevas marchas: Y se fue al cielo, de Óscar Ruiz; La voz rota, de Bienvenido Puelles, "dedicada a Juanma, el capataz", y Expirando en la cruz, de Pedro Pacheco, pero, sobre todo La Saeta, "el himno de la hermandad", con la que saldrá el Cristo de los Gitanos del templo.
