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Rehabilitar San Hermenegildo costará 1,4 millones de euros

Reabrir con garantías la céntrica Sala San Hermenegildo, enclavada en la Plaza de la Concordia y cerrada por peligro de derrumbe parcial desde mayo, costará 1,4 millones. Los aportará la Delegación de Edificios Municipales. En paralelo, existe un proyecto para sacarle punta como equipamiento cultural que dejó encargado Marset. (Foto: Antonio Acedo)

el 14 sep 2009 / 22:08 h.

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Reabrir con garantías la céntrica Sala San Hermenegildo, enclavada en la Plaza de la Concordia y cerrada por peligro de derrumbe parcial desde mayo, costará 1,4 millones. Los aportará la Delegación de Edificios Municipales. En paralelo, existe un proyecto para sacarle punta como equipamiento cultural que dejó encargado Marset.

Si todo sale como espera Joaquín Díaz, el delegado de Edificios Municipales del Ayuntamiento (un área dependiente de Urbanismo), 2008 será un año clave para San Hermenegildo, la bellísima iglesia jesuita del XVII, hoy desacralizada, que osa hacerle sombra a El Corte Inglés desde la Plaza de la Concordia, habiéndole disputado visitantes cuando, en sus años buenos, cualquier exposición que acogiese (de Modigliani, de Miró, de orinales con historia, de belenes) formaba colas que alcanzaban la plaza.

Tan buena racha -fueron los años en los que la entonces Área de Cultura, hoy ICAS, acordó con la Obra Social de CajaSur un patrocinio expositivo que, aun con sus detractores, dio mucho juego- se cortó de raíz cuando, en la primavera pasada, empezaron a acusarse los problemas de un edificio quizás demasiado tocado -como cuando se le abrió una puerta para que pudiese salir la Hermandad de Pasión durante su exilio de El Salvador por las obras- y poco mantenido. Hubo desprendimientos, más grietas, humedades y visitas de técnicos, que aconsejaron el cierre. Corría el mes de mayo.

Desde entonces, se tenía claro el diagnóstico pero no los cuartos para intervenir. Y aunque se anunció para después del verano la rehabilitación, estamos comenzando un año nuevo y aún no ha salido a concurso el proyecto ni nada. Bueno, nada no. Se lo ha tomado en serio Joaquín Díaz, que asegura que habrá obras en 2008, y hay un anteproyecto cuantificado. Éste cifra en 1.391.133,70 euros el coste de llevar a buen término las dos operaciones que aquejan a un edificio elíptico que, entre otros usos notables, fue la primera sede que tuvo el Parlamento andaluz (de 1985 a 1992). El talón de Aquiles es la cubierta y, derivada de ella, se precisará restaurar la bóveda de escayola decorada que le luce.

El anteproyecto que firma Ildefonso Rodríguez Macías, arquitecto municipal, detalla que habrá que proteger el edificio mediante un sistema de andamios y cubierta que lo envuelva en su totalidad y permita la sustitución de la cubierta sin que se resienta el interior. Una vez creada esta especie de doble cubierta andamiada, se procederá al apeo interior de la bóveda, para proceder después a su restauración. Y todo ello, como recalca el arquitecto, habrá de hacerse controlando "permanentemente" la temperatura y humedad del inmueble, así como "los movimientos o deformaciones de muros de carga y bóveda".

La operación entrañará, como cabe suponer, cierta complejidad, lo que alargará su rehabilitación durante bastantes meses, excediendo muy probablemente 2008 para adentrarse en 2009.

Sea como fuere, lo importante es que se actúe ya y se atajen sus males, que de lo contrario irán a peor. Y mientras, el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) se ahorrará el tener que invertir los referidos 1,4 millones -con presupuesto tan raquítico, a saber cuándo se habría podido intervenir en el edificio, pero para eso está Urbanismo, a través de Edificios Municipales-. Y mientras llegan los obreros, los gestores del ICAS tienen por delante meses y meses para poder de una buena vez aclarar el presente-futuro de San Hermenegildo, que seguirá adscrita a Cultura.

el encargo de marset. Resulta que durante el mandato de Juan Carlos Marset como delegado de Cultura, caducó el convenio de patrocinio mantenido en la sala con CajaSur, y tampoco hubo voluntad municipal de renovarlo, llegándosele a exigir a la caja cordobesa incluso que acometiese la climatización de la sala. En esto se agudizaron los problemas del edificio y se cerró.

Entretanto, Marset, que no tenía a la Sala San Hermenegildo entre sus prioridades, pese a sus posibilidades acreditadas con número de visitantes -sonrojando los balances de otras de mucho mayor fuste-, no la dio sin embargo por muerta. Antes bien, le encargó un proyecto a un diseñador al objeto de modernizarla y dotarla de los usos que mejor podrían venirle.

Ese proyecto, que hace tiempo que vio la luz, ya no es de Marset, que voló a Madrid para dirigir el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem), sino de Maribel Montaño, otra que voló pero al revés porque estaba y está -dos días por semana- en la Federal del PSOE en Madrid, lo que no le impidió tomar las riendas del todavía por desengrasar ICAS.

Ese proyecto de uso y disfrute de la Sala San Hermenegildo lo tiene Montaño en su poder, pero se resiste a publicitarlo porque, la verdad, tiene otros frentes más urgentes que atender.

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