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Reino Unido vive un histórico debate electoral de cara al 6-M

Brown y Cameron no dejaron de ‘cortejar' a Clegg durante los 90 minutos.

el 15 abr 2010 / 22:10 h.

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Nick Clegg, David Cameron y Gordon Brown, en un momento del debate de ayer.
Los tres principales candidatos a las elecciones del Reino Unido protagonizaron ayer un debate histórico. Por primera vez, los aspirantes al número 10 de Dowing Street -residencia oficial del primer ministro- debatieron sobre su programa electoral con las cámaras de televisión como principal testigo, algo que nunca había ocurrido en la historia de la democracia británica.


El actual primer ministro, Gordon Brown, su principal contrincante, el conservador David Cameron, y el liberal Nick Clegg respondieron durante una hora y media a las preguntas del público asistentes, aunque debido a que tras las cuestiones se permitía un pequeño debate entre los aspirantes sólo hubo lugar para siete preguntas. Los tres candidatos, de pie y frente a un atril, intentaron arañar votos de cara a los reñidos comicios del próximo 6 de mayo. Tan disputados que los dos principales aspirantes, Brown y Cameron, no dudaron en cortejar a Clegg durante todo el duelo electoral.


Precisamente el liberal Clegg consideró un éxito estar presente en el debate dado que únicamente es conocido por un tercio de la población. No obstante, su participación fue ágil y rápida. Se le notó seguro de sí mismo y jugando bien con las altas probabilidades que tiene para ser la llave del futuro Gobierno. Es más, si Brown o Cameron obtienen únicamente mayoría relativa, no tendrán más remedio que pactar con Clegg para gobernar. Aunque Brown ha sido el primer jefe de Gobierno británico que ha accedido a un debate televisado, no fue el que más arriesgó con su decisión. Su principal rival, Cameron, pudo ayer perder más que ganar ante los miles de electores británicos dado que antes de que comenzara la cita televisiva iba primero en las encuentas, aunque con una ventaja mínima.


Las preguntas del público giraron en torno a siete grandes temas: inmigración, seguridad, corrupción política, educación, sanidad y sistemas de pensiones. Aunque estaba previsto que únicamente se debatiera de asuntos internos del país -las cuestiones internacionales se tratarán en los dos próximos debates que hay previstos los días 22 y 29- salió a la palestra la guerra de Afganistán. Ahí, Cameron aprovechó para atacar a Gordon Brown por el presupuesto y los equipamientos que tienen las tropas desplegadas en el país asiático, algo que ha sido muy criticado dado que las tropas han mostrado cierta debilidad por no contar con los medios suficientes.


El otro gran asunto que acaparó las portadas británicas durante el último año en las islas fue la corrupción política y, lógicamente, no pasó de puntillas dado que los tres debatieron varios minutos sobre los escándalos del último año, y concidieron en que fue un episodio nefasto para la historia británica que hay que evitar que vuelva a producirse realizando varias reformas.

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