La larga lista de matadores y ganaderos congregados en Fibes tenía un doble objetivo: de un lado, arropar la reanudación de la Feria Mundial del Toro, que ha adquirido carácter bienal para sobrevivir.
De otro, rubricar el manifiesto que Fernando Savater leyó en defensa de la Fiesta.Y así, lo que podría haber sido una mera exposición de los nuevos contenidos que acompañarán la próxima edición de la muestra se convirtió en un acto de desagravio de todos los ataques que está sufriendo la fiesta de los toros.
En su intervención, Savater señaló que "los toros forman parte de nuestro patrimonio cultural y como tal deben ser respetados y protegidos por el Gobierno de la nación". De la misma forma, en el manifiesto se defendía "la libertad y el derecho a seguir disfrutando de la emoción del toreo en las plazas de toros de todo el mundo, sin que nadie nos pueda privar de una de nuestras más preciadas aficiones y formas de ocio".
El filósofo también destacó que "el toreo es como una fiesta plural, del pueblo, que nada tiene que ver con ideologías políticas" y recorrió todos los valores que acompañan a la fiesta, de una manera especial "los valores ecológicos del toro de lidia como especie única y creación cultural del hombre, que lo ha seleccionado durante siglos. Y también como protector de un espacio natural que pervive gracias a su presencia: la dehesa".
Savater, que hizo un recorrido por las notas culturales del toreo "por su capacidad de transmitir emociones a las personas que lo presencian" también se refirió a la vertiente económica resaltando "el gran valor económico de la Fiesta de los Toros como generadora de puestos de trabajo y de importantes ingresos". El filósofo concluyó su intervención pidiendo el "compromiso tanto del Gobierno Autonómico como el Gobierno de la Nación para valorar y proteger un patrimonio único de gran arraigo en nuestra cultura".
Savater había estado arropado en la mesa por la consejera de Agricultura, Clara Aguilera; la directora general de juegos y espectáculos, Macarena Bazán; el presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Eduardo Miura; el director gerente de Fibes, Felipe Luis Maestro; el diestro Curro Romero; la duquesa de Alba y el delegado municipal de Innovación Tecnológica, Juan Antonio Martínez Troncoso.
Todos rubricaron el documento y luego, como en una peculiarísima protestación de fe, la larga lista de matadores, ganaderos y gentes del mundo de la cultura que actuaron como telón de fondo también hicieron los honores. Allí estamparon sus firmas toreros como José Ortega Cano, Eduardo Dávila Miura, El Cid, Diego Ventura o El Fandi, además de José Antonio y Tomás Campuzano, Juan José Padilla y Salvador Cortés en una larguísima fila de matadores que se engrosó con otros representantes de la cultura y el espectáculo como el cineasta Agustín Díaz Yanes, cantantes como El Mani, Los del Río o Manuel Lombo y, por supuesto, los criadores de toros bravos: allí estaban José Murube, Rafael Molina, Carlos Núñez, Gonzalo Domecq o Dolores Aguirre.
Después llegó el apoyo institucional, palabras de decidida apuesta por tauromaquia del delegado municipal Juan Antonio Martínez Troncoso y de la consejera Clara Aguilera: "Andalucía lo tiene claro, quiere a la fiesta de los toros sin complejos. Esta actividad representa valores culturales y el gobierno andaluz siempre apostará por el toro".
Pero también había que hacer un esbozo del nuevo formato que la Feria del Toro estrenará el 17 de febrero de 2010. Los visitantes encontrarán una nueva ordenación del pabellón plaza y una reinterpretación del efímero coso taurino que ha sido el emblema de la muestra durante más de diez años. Ya queda menos.
