La Virgen del Dulce Nombre, una de las tallas más antiguas de la ciudad, necesita una restauración urgente. La hermandad ha decidido emprender los trabajos durante el verano, por lo que estará retirada de los cultos los próximos dos meses.
La del Dulce Nombre es, con sus más de 70 años, una de las imágenes más antiguas de la ciudad y una de las que más devoción despierta entre los alcalareños. Según el hermano mayor de esta corporación, Manuel Díaz Aguilera "la restauración se hace muy necesaria por el estado interior de la imagen".
Concretamente, se va a actuar en la estructura principal y en las articulaciones de los brazos, que según Manuel Díaz "están compuestos de unos listones de madera demasiado finos y muy deteriorados por el paso del tiempo".
Asimismo, la intervención incorporará una estructura nueva para soportar la aureola que rodea a la imagen y que hasta ahora debía soportar la Virgen.
Los trabajos comenzarán en breve, y será el maestro tallista Rivero Carrero quien se encargue de los mismos. En principio ha dado un plazo de dos meses para finalizar la restauración.
El pasado día 12, coincidiendo con la misa que se realiza en honor a esta imagen cada mes, se hizo una misa de despedida y posteriormente un besamanos, antes de retirar la imagen de su altar en la parroquia de San Sebastián, donde está establecida canónicamente. Aun así, la hermandad ha confirmado que los cultos mensuales a esta Virgen continuarán haciéndose, pero no en la capilla, sino en el altar mayor.
La corporación confía en que la imagen esté de vuelta en su templo para el mes de septiembre, justo antes de que empiecen los cultos.
La imagen de Nuestra Señora del Dulce Nombre es obra del imaginero alcalareño Manuel Pineda Calderón y fue bendecida en 1937 por el recientemente fallecido don Manuel Sánchez, párroco de San Sebastián. La hermandad del Dulce Nombre de María cuenta con más de 500 hermanos y un afamado coro que este año precisamente cumple su 20 aniversario.
