Cultura

'Revolución sexual' en el Monasterio

La cuarta edición del South Pop finalizó el pasado sábado envuelto en los aires festivos del concierto estrella del cartel, La Casa azul. Las primeras notas de 'La revolución sexual' encendieron a un público entregado. Foto: Gregorio Barrera.

el 15 sep 2009 / 04:14 h.

La cuarta edición del South Pop finalizó el pasado sábado envuelto en los aires festivos del concierto estrella del cartel, La Casa azul. Las primeras notas de 'La revolución sexual' encendieron a un público entregado. Fue una jornada en la que quedó patente el éxito del festival un año más y su consolidación en la ciudad.

Tras dos días de conciertos, el público congregado en el Monasterio de la Cartuja esperaba con ganas la actuación por excelencia del ciclo, La Casa Azul. La jornada del pasado sábado fue una noche intensa en la que a la belleza de las propuestas como el pop sutil del belga V.O., se unió la frescura y el dinamismo de los jóvenes Manos de Topo. V.O. inauguró el cartel del día con un breve concierto en el que presentó en Sevilla las canciones de su disco, Obstacles. El responsable de este proyecto, Boris Gronember, dejó claro por qué es uno de los cimientos del prolífico sello discográfico Matamore.

Tras V.O., les llegó el turno a los franceses Novö. También era la primera vez que la banda de Toulouse pisaba suelo sevillano. Con ellos se cumple la tradición de un festival muy unido a la música independiente gala. Su actuación destacó por unas canciones electropop con gran protagonismo de las guitarras en el que por momentos se invitaba a bailar a un público todavía intimidado por la luz del día.

Centenaire completó la cuota francesa del ciclo. Con una propuestas en ocasiones cercana a Robert Wyatt, el grupo dio un concierto correcto en el les faltó actitud sobre el escenario. Precisamente esa descarga de actitud llegó de la mano de los catalanes Manos de Topo. Calificados por la prensa especializada como la gran esperanza del pop patrio, el grupo provocó opiniones para todos los gustos. Mientras unos afirmaban que la voz del cantante era personal, otros pensaban que era irritante. Pese a las críticas, las canciones divertidas, optimistas y cercanas a la adolescencia de esta banda fueron unas de las más aplaudidas de la última noche.

Si por algo se caracterizó la última jornada fue por la sobriedad de unos conciertos de corte pop clasicista. Soy un caballo, en su segunda actuación en escenarios hispalenses en lo que va de año, encandilaron a sus seguidores. Los belgas dieron un concierto delicado e intimista muy apropiado para abrir el apetito de lo que estaba por llegar.

Por su parte, The High Llamas era otro de los platos fuertes del South Pop. A la hora estipulada, la veteranía de estos músicos británicos saltó al escenario para desmenuzar las canciones de su último disco Can Cladders. Era la primera vez en seis años que la banda actuaba en nuestro país, por lo que muchos de los seguidores que se acercaron a las primeras filas confesaban a ver venido de puntos tan lejanos de la geografía española como Bilbao, Barcelona o Cáceres. Aunque no defraudaron tampoco superaron las expectativas del público congregado en el Monasterio de la Cartuja. Fue un concierto comedido y muy correcto.

La euforia, el fenómeno fan y la impaciencia se unieron minutos antes del concierto de La Casa azul. Sobre la 1.30 horas Guille Milkyway encendía su ordenador. Tras él, cinco pantallas de plasma reflejaban a su banda virtual. Ese ambiente agradable propició un concierto plagado de anécdotas, bailes y reivindicaciones. Aprovechando un fallo del ordenador, el artífice de otros éxitos musicales como Amo a Laura o las canciones de la serie Gominolas se encargó de recordar a aquellos que no creían en la fuerza del pop esfervecente, naïf y feliz.

Balance positivo Tras la fiesta, Rafa López, responsable de la promotora Green Ufos afirmó a este diario que el balance del festival ha sido muy positivo. Según López, "La organización de esta edición ha supuesto un reto por el cambio de ubicación y la premura con la que se ha tenido que producir. Sin embargo, pese al incidente con Pauline en Playa, creemos que el festival ha superado las expectativas una vez más". "Este año han venido unas 3000 personas por lo que el público del festival también ha crecido. Tenemos noticias de que nos han comprado entradas de Cáceres, Granada, Bilbao, Barcelona o Madrid", añadió.

Para Rafa López, el South Pop a lo largo de sus cuatro años de existencia se ha hecho un hueco en el panorama de los festivales de música independiente de todo el país. "Hemos traído a grupos realmente importantes como Bonnie Prince Billy, The Wedding Present, Lali Puna siendo un festival relativamente pequeño con presupuesto moderado" concluyó.

  • 1