Al serial ya sólo le queda un capítulo. Y es que el regreso de José Antonio Reyes al Sevilla es sólo cuestión del tiempo en que el utrerano tarde en estampar su firma en el contrato que le unirá de nuevo al club en el que se formó como futbolista. Si no hay inconvenientes de última hora, la rúbrica se producirá en las próximas horas en las oficinas del estadio Ramón Sánchez Pizjuán y, por fin, la dirección deportiva del club le dará a Marcelino García Toral el jugador ofensivo que lleva pidiendo desde que se acabara el mercado veraniego, hace ya casi cuatro meses.
Con los términos del traspaso acordados ya entre los clubes y con el jugador desde hace varios días, toda la operación estaba pendiente de un solo detalle: la conversación que Diego Pablo Simeone, el nuevo entrenador del Atlético de Madrid, quería mantener con Reyes para conocer de primera mano la opinión del futbolista utrerano.
La anunciadísima charla se produjo durante la tarde de ayer, justo antes del regreso al trabajo del conjunto colchonero, y en ella el futbolista confirmó que su deseo era dejar la capital de España para regresar a Sevilla, algo que era un secreto a voces. Todo ello a pesar de que los numerosos hinchas que se congregaron en el Vicente Calderón para presenciar el estreno del nuevo técnico rojiblanco, le pidieran al de Utrera en algunas fases de la sesión que se quedara en el que ha sido su club desde el verano de 2007 y con el que logró la Europa League y la Supercopa de Europa en 2010.
Ante esa tesitura, el ‘Cholo' Simeone decidió dar vía libre a la operación para que, acto seguido, el consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín, y el presidente del Sevilla, José María del Nido, comenzaran a limar las últimas aristas de un acuerdo que lleva cerrado desde hace días en sus aspectos más importantes.
Las cifras, acordadas. Los dos clubes ya se pusieron de acuerdo hace tiempo en el montante de la operación, y es que al interés del Sevilla por el utrerano se suma la necesidad económica del Atlético, que ha visto con buenos ojos la posibilidad de desprenderse de una de las fichas más altas de su plantilla y de un jugador que en los últimos meses ha protagonizado episodios polémicos con Gregorio Manzano, el ya ex técnico del club del Vicente Calderón.
Así pues, la entidad nervionense desembolsará por Reyes aproximadamente unos tres millones de euros, una cantidad que podría verse incrementada gracias a una serie de variables que se incluirán en el contrato y que serían abonadas si se consiguen determinados objetivos.
En cuanto a los términos del contrato que unirá al ex de Arsenal, Benfica y Real Madrid con el equipo en el que debutó en la élite, el dato más relevante es que verá reducido sensiblemente el salario que ha venido percibiendo en el Atlético de Madrid. Desde su última renovación, en la que se vio rebajada su ficha, Reyes cobraba aproximadamente dos millones de euros, una cantidad que no va a cobrar en el Sevilla, un dato que habla a las claras de la implicación del futbolista para que la operación se llevara a cabo. Eso sí, el salario base podría verse aumentado si el futbolista consigue una serie de objetivos personales. Además, el canterano firmará por cuatro temporadas y media, por lo que su vinculación expirará en 2016, un año después que el que tenía firmado con el club capitalino.
Ocho años después. En el momento en el que se confirme la operación se habrá consumado el regreso del futbolista que inauguró los traspasos millonarios de la era Del Nido. Hace ocho años que Reyes salió del Sevilla en el mercado invernal de la temporada 2003/04 por 26 millones de euros y ahora regresa por un montante de poco más de tres millones, aproximadamente el mismo dinero por el que Diego Capel se marchó este verano.
