El rendimiento de José Antonio Reyes sigue siendo objeto de comentarios en todos los foros sevillistas y en el propio club más de uno anda descontento, por no decir decepcionado con el utrerano, que casi un año después de su retorno a Nervión continúa aportando muy poco al equipo.
En esta segunda etapa del jugador como sevillista sus números son muy elocuentes: 22 partidos disputados y un solo gol en su haber. Y eso que desde que llegó Míchel al banquillo para reemplazar a Marcelino García, el técnico madrileño se ha erigido en su principal valedor y defensor ante las críticas recibidas.
Míchel está convencido de lograr que Reyes vuelva a ser el jugador desequilibrador de antaño, aunque tampoco está por la labor de regalarle minutos y sí de exigirle que se los gane en cada sesión de entrenamientos.
El caso es que en la presente campaña el utrerano sólo ha jugado un partido como titular y ha participado en apenas tres, con un global de 163 minutos sin goles. Un bagaje demasiado pobre para un futbolista de su talla, que para más inri ni siquiera ha entrado en las dos últimas convocatorias, ya que en Vigo fue un visto y no visto, y ello a pesar de la vacante dejada en la banda izquierda por el lesionado Piotr Trochowski.
Con todo, parece que el entrenador sevillista está dispuesto a darle una nueva oportunidad que puede ser la última, o la penúltima dado que es un asunto de copa... en este caso del Rey. Al menos eso se desprendió del ensayo matinal en la ciudad deportiva, pues Reyes formó parte de un presumible once inicial para el encuentro del jueves ante el RCD Espanyol (19.00 horas, GolT y Canal+Liga).
En el partidillo a tres cuartas partes del campo con el que se cerró el entreno, el míster dispuso un posible equipo titular en el que entrarían como principales novedades, en efecto, el portero Diego López, el canterano Luna en el mediocampo y José Antonio Reyes a las espaldas de Negredo, como segundo atacante. Los tres podrían ser los beneficiados por las rotaciones que se prevén para el partido copero.
Bajo una lluvia intermitente, la primera plantilla sevillista efectuó una nueva sesión preparatoria del duelo con los pericos, la cual no estuvo exenta de inconvenientes. El principal tuvo como protagonista al mediapunta Manu del Moral, que no pudo concluir el entrenamiento ya que sufrió un leve pinchazo en la zona inferior de su glúteo derecho.
Tras intentar proseguir con sus ejercicios y comunicar al médico que las molestias no remitían, Míchel ordenó al jiennense que abandonase el campo por precaución y se marchara a los vestuarios.
El otro incidente de la mañana afectó al argentino Diego Perotti, que ni siquiera saltó al césped a ejercitarse. Tras reaparecer media hora ante el Mallorca de Caparrós y disputar la segunda parte entera en La Romareda, el mediocampista no termina de encontrarse en plenas facultades, por lo que ni siquiera participó de un ensayo que comenzó con una charla del técnico.
Carrera continua bajo la lluvia, trabajo específico de porteros a las órdenes de Javier García, ejercicios con balón para trabajar la presión en el caso de los mediocampistas y triangulaciones y jugadas por banda en el de los atacantes completaron el entrenamiento en la ciudad deportiva. Hoy miércoles, última sesión en el Pizjuán.
