El ganadero Ricardo Gallardo, propietario de la vacada de Fuente Ymbro, ha comparecido hoy ante los medios en el hotel Vincci-La Rábida de Sevilla para justificar la alarmante bajada de rendimiento que han experimentado sus toros a lo largo del mes de agosto, especialmente en plazas como Bayona, Ciudad Real Bilbao o Dax. No vengo a justificar lo que ha pasado en el mes de agosto pero sí tengo que contar mi verdad en base al trabajo y los análisis que hemos desarrollado desde que salta la alarma el pasado 10 de agosto en Bayona hasta la fecha, ha señalado el criador de reses bravas, que ha estado acompañado de Francisco Lira, veterinario encargado de la sanidad de la prestigiosa vacada, formada con sangre Jandilla-Domecq, que pasta en la localidad gaditana de San José del Valle. Desde que lidiamos las corridas del 17 de julio y el 10 de agosto la ganadería dio un giro en negativo ha explicado el ganadero precisando que en Bayona pudimos comprobar esos problemas de fuerzas y actitudes en los toros. En esa corrida dije por la televisión que a los toros les había faltado vida. Pensamos que la corrida podía haber sufrido unos parásitos que buscamos sin encontrarlos, ha reconocido Gallardo. En cualquier caso, el giro definitivo se produjo en Ciudad Real. Los toros no salieron derrotados, salieron muertos, ha enfatizado el criador recordando que a partir de ahí nos pusimos a trabajar hasta darnos cuenta que el problema estaba en el pienso. Ricardo Gallardo ha referido que la empresa que le suministra habitualmente los piensos cambió el corrector habitual en la alimentación de los toros de Fuente Ymbro por otro más barato y con menor fortaleza, De la misma forma, se añadió maíz en una proporción excesiva para el toro de lidia, tal y como ha reconocido el propio ganadero recordando que el maíz se emplea para cebar a los patos para hipertrofiar sus hígados para hacer foie. Los hígados estaban enterrados en grasa. Lo que han tenido los toros, si habláramos de personas, sería una hepatitis. Era bueno para el carnicero, pero muy malo para la lidia. Quise y propuse no lidiar alguna de las corridas pero no me dejaron. No podíamos alterar los abonos ha argumentado el ganadero, visiblemente afectado por los días de tensión pasados. Francisco Lira, por su parte ha explicado el proceso sanitario que ha permitido corregir el problema: realizamos análisis de sangre en las corridas de Bilbao y Cuenca sospechando que teníamos un problema a pesar de no encontrar ninguna sintomatología clínica. En esas muestras encontramos que los marcadores de una determinada enzima estaban muy alterados, especialmente en los toros que dieron peor juego en la plaza. Todo nos llevó a pensar que el problema estaba en el pienso. Las inflamaciones de los hígados sólo se ponen de manifiesto cuando sometemos al animal a un sobreesfuerzo como la lidia, ha reseñado Lira señalando que ante el resultado de las analíticas se decidió administrar a los toros un complejo vitamínico y un protector hepático además de modificar su alimentación. En las siguientes pruebas se pudo comprobar la bajada de los niveles lo que animó al ganadero a seguir lidiando en las plazas que tenía comprometidas, entre ellas la corrida de toros prevista en Utrera, este mismo viernes, que lidiarán Juan José Padilla, El Cid y Daniel Luque Lira ha resumido su intervención aclarando que lo que hemos padecido es un hígado graso que produce una disminución de la glucosa que hacía que los toros no se movieran; era como si quedaran sin gasolina. El veterinario ha concluido con una reflexión para el futuro: Esto ha podido pasar y pasa en otras ganaderías pero nunca nos habíamos parado a comprobarlo. No se trataba de un problema de raza, era meramente médico.
