Jaime Rodríguez-Sacristán posa en su despacho.
-A horas de dejar de ser presidente, ¿cómo está? ¿Le da pena?-Pues estoy tranquilo y esperando que el cambio de gobierno se suceda de manera ordenada. No he tenido tiempo de pensar qué estado de ánimo me va a embargar, no he podido permitirme esos pequeños lujos sentimentales.
-¿Por qué han intentado suspender la junta?
-Ejercitamos nuestro derecho porque entendemos que el poder ejecutivo de los administradores no se ajusta a Derecho desde que su mandato está recurrido. Además, si ahora se va a deshacer lo hecho y dentro de varios meses hay que deshacer otra vez lo deshecho, convendría pensar cómo va a afectar esto al grupo deportivo.
-¿Teme que el equipo se resienta?
-Sí, pero he convivido con los protagonistas y los veo sólidos y fuertes. Si les afecta, será de una manera mínima. El ascenso no se va a ver puesto en peligro.
-¿Cómo ve su mandato?
-Sabía dónde me metía. En épocas de bonanza habría tenido muy pocas o nulas posibilidades de ser presidente, pero ahora podía aportar un trabajo importante en esta transición hasta que lo cautelar sea definitivo. Estoy satisfecho de todo lo que he hecho.
-Oliver espera a la Audiencia. ¿Usted también o da por concluida su etapa de directivo?
-No me lo he planteado, pero me consta que la intención de los consejeros nuevos es perseverar porque están convencidos de que tienen un proyecto sólido y beneficioso para el Betis. Comparto su opinión. Creo que es necesario que el consejo esté compuesto por béticos antiguos en el núcleo institucional, pero también que la parcela ejecutiva sea para los mejores, sean béticos de carnet antiguo o reciente. Al final todos se lo sacan, hacerse bético es muy fácil.
-No estará diciendo que Oliver se hizo bético de repente...
-Creo que es muy vehemente y emocional y a lo mejor esa puesta en escena ha chocado con algunas visiones de lo que debe ser la expresión del sentimiento bético, pero lo he conocido y no veo que finja para nada.
-¿Qué le parece que Rafael Gordillo sea presidente del Betis?
-Puede ser un buen presidente, aunque no sé... Él ha dicho que acepta por una cuestión sentimental y que tenía dudas. Creo que para un cargo de tanto relieve hay que estar totalmente seguro, pero como tiene el apoyo por el símbolo que es, debe ser un buen presidente.
-¿Sabe algo del nuevo consejo?
-Sé que los que van a entrar lo harán lo mejor que sepan, aunque no los conozco. Y si se habla de consejeros profesionales, pues con más razón porque tienen la obligación moral y la profesional.
-¿Qué se va a encontrar el nuevo consejo?
-Se va a encontrar una cuenta corriente con dinero suficiente para afrontar los pagos de los salarios de los jugadores y los empleados. Se va a encontrar la Copa, que será una inyección importante si se sabe gestionar, y si eliminamos al Getafe se va a encontrar un cupón de lotería [por el Barça]. Se va a encontrar una institución que en su dimensión de empresa es brutal, una multinacional. También se encontrará una deuda encauzada a través de la ley concursal, que no está hecha para liquidar, que es el temor que una persona desinformada puede tener. Y si usted no sabe lo que se va a encontrar, resérvese la opinión y así no creamos estados de opinión que pueden intranquilizar al equipo.
-¿Cómo es posible que el Betis pida la ley concursal y al mismo tiempo se haya gastado el dinero en tantos proyectos?
-Porque todos los gastos que se han hecho son inversiones. Si ya estuvieran aquí los propios administradores concursales, lo hubieran aprobado. La ciudad deportiva va a aglutinar a toda la cantera en el mismo sitio; eso va a estar amortizado ya porque te evita desplazamientos, ganas en rendimiento... Me dijo un responsable de la cantera que si en estos diez años han salido 40 jugadores entre el B y el A, él calcula que ahora saldrán 80. Eran inversiones necesarias y demandadas desde hace años. El columbario es gratis, hay pactado un rendimiento de 9 millones de euros en cinco años y la obra corre a cargo de la constructora.
-Hablemos de la deuda: 85 millones, ni más ni menos.
-Ojo, la deuda vencida no son 85 millones. Si tengo una hipoteca y voy al día, no debo. El pasivo que nos ha llevado al concurso es de 60 millones. Es una cantidad respetable pero no en la dimensión que se mueve el Betis, sobre todo si sube. El Celta entró en concurso hace dos años con 87 millones y hoy tiene 21. Los 85 no se deben hoy, se van a deber, y ya se verá si esas cantidades entran o se quedan fuera del concurso.
-¿En cuánto puede quedarse?
-En el 50%, de 80 a 40 millones, y a pagar en cinco años. Y hay un plan de viabilidad austero pero impecable y negociaciones muy avanzadas con los acreedores fuertes.
-Es decir, Hacienda.
-Básicamente, ya que supone el 50%. De hecho, el concurso es clave para negociar con Hacienda. Hacienda puede no adherirse al convenio, pero ¿qué gana con eso? Estrangular a un contribuyente importante y no cobrar nunca. Eso es imposible. Además, la base imponible no es tanto. Hacienda es la primera interesada en no cargarse al Betis, sabiendo además que en 2011 pagamos el impuesto de sociedades y las retenciones del IRPF porque eso está fuera del concurso.
-¿En qué consiste el plan de viabilidad?
-En ver los recursos propios y diseñar una hoja de ruta para optimizarlos y quitar la deuda. Un equipo de expertos en materia económico-deportiva lleva meses estudiando desde la factura de un sacapuntas hasta el contrato más alto de la plantilla y lo han plasmado en un documento que deben aprobar los administradores concursales.
-¿Ese plan pasa por jugar en Primera sí o sí?
-El plan parte de la base de estar en Primera el año que viene, pero también dice que no sería absolutamente imprescindible.
-¿Lo ha hecho Orión?
-Sí. Por cierto, su contrato finalizó en noviembre, así que al final nos va a cobrar 25 millones de pesetas. Lo que cobra un auditor normal puede ser el doble.
-¿El Betis está en peligro de liquidación?
-No. ¡Si sólo subiendo a Primera pasamos de 2,5 millones de la tele a 28! Y el sueldo de la plantilla está en 12. Es ridículo. Aparte, el Betis existirá mientras existan los béticos.
-El Betis tiene fondos propios negativos por primera vez. ¿El club está en quiebra técnica?
-Con la ley concursal y el proyecto de refinanciación, los fondos que ahora son negativos pueden estar equilibrados y ser positivos mañana. El término de quiebra es coloquial, ya ni siquiera existe.
-La situación, en todo caso, no es dulce y sí fruto de una mala gestión.
-No es la situación diez, es evidente, pero el grueso de la deuda proviene de apostar cuando se desciende por el bloque que nos bajó, con sueldos millonarios. Al no lograr el ascenso se origina el 60% de la deuda. ¿Mala gestión? Sí, pero polarizada en dos ejercicios en los que además hubo unanimidad sobre el proyecto deportivo.
-¿Oliver y su grupo se han llevado comisiones?
-Lo desmiento. Las obras de la ciudad deportiva se adjudican tras estudiar cinco presupuestos, y que me digan si por menos se puede hacer. Y para hacer un plan de viabilidad, ¿a quién contrato, a uno que no conozco? No he visto movimientos financieros extraños y no veo ilícito que alguien diga que viene a invertir para recuperar. Si no, no sería invertir, sería donar.
-¿Por qué los accionistas han tenido acceso a la información económica tarde?
-Por imposibilidad material. Estábamos preparando la documentación de la junta extraordinaria y teníamos que convocar la ordinaria, pero el que quiera el cuadernillo de la ordinaria lo tiene allí desde hace mucho tiempo. La verdad es que no ha venido casi nadie.
-Eso no es lo que dicen algunos accionistas, por ejemplo los administradores judiciales.
-La pidieron y se les mandó. El día primero de la convocatoria fue imposible tenerla, pero para eso te da un mes la ley.
-¿El 29-D habrá junta?
-Claro, por qué no. El accionista que se vea desinformado que diga en la junta por qué. Se ha hecho un requerimiento notarial, pero al denunciar la irregularidad se subsana. Si no, que convoquen otra junta.
-¿Qué va a pasar con los avales de Lopera?
-Si se levanta la suspensión de la compraventa, el proceso regresa al momento en que se quedó. Con los avales pasa igual porque son consecuencia necesaria de las garantías y condiciones de la compraventa.
-¿Qué futuro ve para el Betis?
-Yo abogué por esperar a que lo cautelar se convirtiera en definitivo porque así estaríamos en un escenario mucho más estable. Ahora llegan unos señores que van a deshacer lo hecho y a lo mejor dentro de dos meses hay que deshacer lo deshecho. Es un contrasentido.
-Por lo que dice, usted opina que el nuevo consejo hará daño al Betis haga lo que haga.
-Evidentemente. Entiendo que llegan sobrados de capacidad y buenas intenciones, pero la interinidad por las medidas judiciales hace que no se pueda trabajar.
-Es muy crítico con la jueza Alaya. En su opinión, ¿ha hecho más mal que bien al Betis?
-Absolutamente. No de forma consciente, pero sus medidas han perjudicado al Betis y van a seguir perjudicándolo. Hay daños que son de imposible o difícil reparación. No puedo tirar abajo un edificio y construir otro porque no va a ser el mismo. Son medidas tomadas de buena fe, pero el perjuicio al Betis es evidente. Ella parte de la premisa errónea de que la compraventa es fraudulenta y simulada, pero sin pruebas ni fundamentos, sino con meras intuiciones.
-¿Quién lo habrá tenido más difícil, Gordillo o usted?
-Gordillo aglutina el sentimiento de gran parte del beticismo y lo tendrá mucho más fácil que yo, que entré con el estigma primero de mi etapa con Lopera y luego por apoyar a Oliver.
-¿Cómo cree que recordarán los béticos a Rodríguez-Sacristán?
-Por las muestras de apoyo que he tenido, que son mayoría en comparación con las críticas, me recordarán como un presidente que asumió una responsabilidad complicada en una época compleja. Por lo menos no he metido ninguna pata digna de recordar; ya es algo.
-Pues la Guardia Civil lo señala por la pignoración de las acciones de Farusa y la llegada de Oliver.
-Eso es jurídicamente absurdo, lo diga quien lo diga. La pignoración es una garantía ejecutiva para quien vende su patrimonio mobiliario. Que me diga la Guardia Civil qué garantía hay mejor. Y lo de la inscripción o no inscripción, absurdo también. Inscribo cuando me parece oportuno inscribir. Igual que cuando se cuestiona la legitimidad de las decisiones del consejo. Ninguna decisión ha sido impugnada a pesar de que existe ese derecho.
-¿Este consejo es legítimo?
-Totalmente. Hay medidas criticadas y otras alabadas incluso por abrumadora mayoría. Las cosas se han hecho bien y cada vez son más reconocidas, antes con calzador y ahora hasta en la calle y la prensa.
-¿Cambiar el nombre del estadio no es una trampa para los administradores?
-Me enteré de esa doble intención cuando lo leí en la prensa. Además, no está en el orden del día, así que con no meterlo...
-¿Y por qué renuevan a Mel?
-Se dice que no es el momento, pero ¿y si a un equipo le empieza a ir mal y lo tienta? ¿Qué necesidad hay? El Villarreal, que es paradigma de gestión bien hecha, acaba de renovar tres años a Garrido.
-¿Qué cree que piensan los jugadores de todo esto?
-Si le pregunta a cualquier futbolista si está contento, le responderá que sí, y si le pregunta si quiere cambios, le dirá que no, pero les hemos prohibido que se manifiesten, no es lo suyo.
-¿El Betis ha avanzado más en estos dos meses que en los cinco o diez últimos años?
-No diría eso, pero sí afirmo que se ha modernizado en proporción geométrica al tiempo que hemos tenido. En los fichajes se ha acertado en el 100% y las bajas se dieron en dos o tres semanas. Fue un trabajo brutal, me quedé sorprendido.
-¿Teme que haya denuncias de jugadores ya fuera del Betis?
-También tenemos controlado eso, aunque no con una garantía al 100%. Cualquier acreedor sabe que lo mejor que puede hacer para cobrar es dar facilidades al pagador. Así lo están entendiendo los equipos de donde vienen los fichajes.
-¿En qué porcentaje ha mandado Oliver y en cuál los demás?
-La jueza deja al consejo el poder ejecutivo, que es una de las cosas que no he entendido porque ella cree que la sombra de Lopera está detrás y todos los que estábamos éramos de Lopera. El porcentaje no puede ser otro que cada consejero un voto. Se ha consensuado todo, aunque se ha dejado un amplio margen a las personas que ocupaban la parcela financiera y deportiva al entender que eran las más preparadas.
-¿Luis Oliver ha sido bueno para el Betis?
-Sin duda. Los números no se pueden discutir, todas sus decisiones son impecables. Si hay algunas más cuestionables, la crítica no ha sido unánime, como en otras etapas. Como mucho ha habido división de opiniones.
-Le recuerdo que se comparó con Benito Villamarín nada más llegar y que llamó "loca" a una jueza...
-Mientras más se hable, más opciones tiene uno de equivocarse. Él está zaherido por las decisiones de la jueza y explotó, pero sin ánimo de injuriar. Es la persona más educada y con más capacidad de rectificar y pedir perdón que conozco.
-Es curioso, se va y no sabemos quién está tras Bitton...
-Bueno, ya se habla de uno que es un primer espada de la economía española, pero es que la inestabilidad judicial echa para atrás a cualquiera. Tampoco conocemos a los nuevos consejeros y nadie se ha quejado. Están solapados como si fuesen los árbitros de un Mundial.
-Usted habla de Mario Conde, pero entenderá que ese nombre inquiete a los béticos, ¿no?
-Las personas a las que he oído opinar sobre él tenían expectativas de ilusión. Este señor ha admitido su sentimiento por el Betis y tiene una capacidad de gestión y unas posibilidades económicas muy importantes. Yo estaría ilusionado. Nos demandan modernizarnos y cuando se da el paso muchos se rasgan las vestiduras. Hay que soltar el atavismo de que aquí sólo puede estar el que tenga 30 años de antigüedad.
-¿Qué le gustaría decir a los béticos en su despedida?
-Que el futuro no está en los despachos ni en los juzgados. Depende de nosotros y está garantizado. Como dice un amigo, si no existiera el Betis existirían los béticos.
