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Rubalcaba admite "tensiones internas" en los grupos antidroga

El ministro del Interior admite que la investigación tras el robo de la cocaína en la Jefatura provocó roces en la Udyco que aún no se han superado

el 10 dic 2009 / 11:59 h.

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El ministro del Interior admitió ayer "tensiones internas que no se han podido superar todavía" tras el robo de 150 kilos de cocaína y heroína del almacén de la Jefatura de Policía, ya que las pesquisas de Asuntos Internos llevaron a la detención de un ex policía de los propios grupos antidroga, que lleva tres meses en prisión imputado por el robo.

El ministro, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer en Sevilla que la investigación de este caso fue "un trabajo exhaustivo y difícil", que aunque al final se resolvió, generó tensiones internas que han desestabilizado el trabajo de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado, Udyco. La crisis fue temprana porque desde que se supo del robo, en junio de 2008, se intuyó que el autor era policía y por eso tuvo acceso a la droga decomisada. Los 150 kilos se cambiaron por paquetes idénticos, que según la imputación de la juez fueron elaborados por dos traficantes, también encarcelados.

Las sospechas que recayeron sobre todos los agentes antidroga, a los que se interrogó, se tomaron las huellas e incluso se pidieron muestras de ADN para cotejarlas con los restos hallados en la droga falsa, extendieron el malestar entre el medio centenar de policías que forman la Udyco.

Sin embargo, el arresto de este policía no zanjó el asunto. Tres mandos de las unidades antidroga han sido imputados en la misma causa por conocer datos del robo de estupefacientes y no comunicarlo al juzgado; y el jefe de la Udyco está acusado, además de favorecer a unos traficantes. Los tres han sido ya relevados de sus puestos en la Udyco.
Las consecuencias ni siquiera pararon ahí. El mes pasado, otro policía antidroga fue imputado por favorecer a traficantes, aunque por un caso de menor entidad. Un agente del grupo VII contra el Mediano Tráfico de Droga fue imputado después de que en casa de su socio se hallara kilo y medio de hachís de una partida incautada en enero.

Policías de ese grupo dijeron entonces que se sentían perseguidos a causa de envidias internas desde que ayudaron a esclarecer el robo de los 150 kilos de cocaína y heroína. Explicaron que el grupo VII incautaba más alijos que otros grupos de la Udyco más especializados, con más personal y más medios para luchar contra el narcotráfico. Añadieron que por eso se les pidió ayuda para localizar al policía que robó la cocaína, y que el hecho de que ayudaran a identificarlo desencadenó una venganza contra ellos, toda una serie de acusaciones nunca escuchadas entre grupos policiales de Sevilla.

De todo ello quiso pasar página Rubalcaba, que confió en que la llegada de un nuevo responsable al frente de los grupos antidroga, un inspector jefe con una trayectoria intachable, apacigüe las aguas. "Confío en que el cambio del jefe de la Udyco normalice la situación", sentenció el ministro. Quiso también "romper una lanza en favor de la Policía", al afirmar que estos dos casos, aunque graves, no pueden "empañar la tarea de una Policía que lo está haciendo francamente bien", aseveró. "Que entre miles de policías haya uno con un comportamiento deshonesto no debe llevarnos a calificar al conjunto", dijo el ministro, que aseguró que gracias al "abnegado" trabajo policial 2009 se cerrará con una nueva bajada de la delincuencia.

Rubalcaba respalda que la droga se destruya antes. El ministro Rubalcaba hizo ayer un enorme ejercicio de sinceridad. Tras admitir la mar gruesa que atraviesa la Udyco, fue tajante en cuanto a la custodia de la droga: "Tenemos un problema con la droga y su depósito", reconoció. "Tiene que estar a disposición judicial y a veces eso hace que tengamos que tener durante mucho tiempo droga almacenada en las comisarías, y eso no es una buena situación", abundó el ministro, que consideró que "lo ideal sería deshacerse cuanto antes de los alijos", tras la pertinente autorización judicial.

Rubalcaba se alineó así con el jefe superior de Policía, Enrique Álvarez Riestra, que tras conocerse el robo de los 150 kilos de droga recordó que la Junta debió de haber construido un depósito adecuado hace más de 20 años. Al no hacerlo, la Policía se ve obligada a custodiarla.
El subdelegado del Gobierno, Faustino Valdés, prometió en octubre la construcción de un almacén adecuado, aunque se tardará "dos o tres años" en construirlo.

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