El caso Faisán volvió a protagonizar la sesión de control al Gobierno en el Congreso. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, salió en defensa del secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, cuya línea de teléfono está siendo investigada por la Audiencia Nacional por el supuesto chivatazo a ETA.
Como respuesta a la críticas del PP, Rubalcaba replicó acusando al primer partido de la oposición de estar poniendo "sordina" en la lucha contra el terrorismo porque "no le gusta" que se esté ante "el principio del fin" de la banda.Previamente, el PP proclamó que el supuesto chivatazo policial a la red de extorsión de ETA en 2006 huele a "cloaca de Estado". En la sión de control al Gobierno en el Congreso, el diputado popular Ignacio Gil Lázaro volvió a dirigir una pregunta sobre el citado caso a Rubalcaba, en esta ocasión para conocer por qué en el informe sobre las investigaciones no mencionaba el número de teléfono usado por Camacho.
En su turno, no obstante, Gil Lázaro respondió que debería ser Rubalcaba el "único" en disculparse porque es "el responsable político" de "la mayor bajeza" cometida por Interior "desde la etapa de los GAL".
