Apenas le dio tiempo al aeropuerto sevillano de San Pablo a digerir la buena noticia que supone que, desde ayer, Sevilla está conectada vía aérea con un nuevo destino, Ginebra, cuyo primer vuelo procedente de tierras suizas tomó tierra pasadas las tres de la tarde.
Se encargó de amargarla la aerolínea de bajo coste Ryanair al anunciar su intención de cancelar a finales de marzo -cuando comienza la programación de verano- seis rutas que tienen en Sevilla su punto de origen o de destino. La razón, según fuentes de la compañía aérea, es su rechazo al incremento de las tasas aeroportuarias por parte de Aena correspondientes a 2013.
Ryanair avanzó mediante un inesperado comunicado la "confirmación" de que prevé reducir el tráfico aéreo en 5,4 millones de pasajeros en toda España este año, con mayores recortes -por este orden- en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valladolid, por ser los aeropuertos que más incremento han registrado en sus tasas, argumentó la low cost, que no pudo concretar a cuánto ascienden las nuevas tarifas de Sevilla. A ello agrega el cierre de las nueve rutas que opera desde Oviedo y Bilbao. Pero el órdago no queda ahí, puesto que la aerolínea pone cifras al impacto que, sobre el conjunto de aeropuertos afectados, tendrá este menor tráfico, y que se traducirá en una pérdida de más de 5.000 puestos de trabajo.
En el caso de San Pablo se quedan en el aire las conexiones con Bilbao, Ibiza y Zaragoza -en vuelos domésticos-, así como con Pisa, Venecia y Cagliari, todas con Italia, en rutas internacionales.
Ayer no era posible solicitar un vuelo con origen Sevilla y destino Cagliari (Cerdeña), algo que fuentes de la aerolínea explicaron porque, al tratarse de una ruta estacional que solo opera de abril a octubre y "ser cancelada para este verano, ya no aparece ni siquiera en la web de Ryanair". Tampoco era posible cerrar una reserva para volar a Bilbao en el mes de abril.
De llevarse a efecto esta amenaza, el impacto sería brutal para el aeropuerto hispalense, puesto que perdería medio millón de pasajeros este año (hasta los 3,77 millones), según la estimación de Ryanair, con lo que abundaría en el retroceso experimentado el año pasado, en el que perdió algo más de 670.000 viajeros respecto a 2011, ejercicio récord, en el que rozó los cinco millones.
La dependencia de San Pablo de Ryanair es más que evidente. El año pasado acaparó prácticamente la mitad del tráfico de pasajeros (un 43%), hasta superar los 1,83 millones de pasajeros, sobre un total de 4,27 millones, con un peso cada vez más creciente de las líneas de bajo coste en detrimento de las compañías tradicionales.
Según fuentes cercanas a la low cost, la compañía mantiene una actitud inflexible a la hora de frenar estas cancelaciones, paso que solo estaría dispuesta a dar en el supuesto de que Aena dé marcha atrás y deje de aplicar los nuevos incrementos de tasas aéreas, que han subido un 8% de media en la red de aeropuertos españoles. Aun así, defendió que los recortes reflejan una reducción de vuelos y tráfico similar al ya realizado por otras compañías como Iberia o Easyjet.
Sin embargo, desde este organismo replicaron a la aerolínea de bajo coste que en la última década las tasas han registrado una subida del 0,2%, mientras que la legislación actual permite la recuperación de costes (por inversiones realizadas, que se elevaron a 10.000 millones en ese periodo), que superan las tarifas que tienen que pagar las compañías aéreas.
Aena insistió en que la subida que permite la legislación vigente para 2013 es del IPC (Índice de Precios al Consumo) más cinco puntos porcentuales, de forma que solo se cubre vía tarifas el 76,7% de los costes.
¿Y por qué ayer el anuncio de las cancelaciones cuando las tasas se aplican desde primeros de año? Fuentes de Ryanair no supieron explicar los motivos, aunque se escudaron en que la compañía, con su vicepresidente a la cabeza, ya advirtió en una visita a nuestro país el pasado mes de noviembre de la posibilidad de anular rutas en España si se encarecían las tasas aéreas, alegando que su modelo está basado en los precios bajos y que no puede asumir esas tarifas. "Estos recortes son una respuesta directa al Gobierno de España, que ya dobló las tasas de los aeropuertos de Madrid y Barcelona en julio de 2012 y que ha realizado otro aumento injustificado del 8% en las tasas en 2013"alegó.
Pero va más allá en su órdago al señalar que esta situación solo será reversible "si el Gobierno y su monopolio aeroportuario Aena reduce estos injustificados incrementos y los altos costes operativos".
Por contra, el ente aeroportuario destacó que sus tarifas se encuentran "entre las más competitivas de Europa, por debajo que la media europea", dando respuesta así a la voluntad de Ryanair de "seguir creciendo en otros aeropuertos de Europa.
