Local

'Saber que hay pruebas para condenarlos nos tranquiliza'

El tío de Marta y portavoz de la familia fue al día siguiente al piso donde se produjo el crimen, una casa oscura que olía a cerrado. Horas después, otro familiar estuvo allí y olía a detergente.

el 15 sep 2009 / 22:50 h.

TAGS:

-La Policía ha hecho la reconstrucción de lo que pasó en casa de Miguel el día que Marta murió, pero su familia estuvo allí esa noche, hace 25 días. ¿Vieron algo que les hizo sospechar?

-No es que pensáramos mal de Miguel, es que fue el último que la vio, y desconectó el móvil?

-¿Ir a esa casa fue lo primero que hicieron?

-La madre de Marta llamó a Miguel por teléfono de madrugada, porque Samuel, durante la búsqueda, le dio dos números. Estaban apagados y Samuel llamó al hermano de Miguel para que lo buscara. Como el hermano dijo que había hablado con él y le había dicho que estaba en Camas, y que no nos iba a dar su número, la gente que buscaba a Marta -sus amigos de la pandilla y algunos padres- se fueron al piso de León XIII. A las cinco de la mañana les abrió Javier, y Miguel estaba allí.

-¿Y cómo lo explicaron?

-Javier estaba un poco violento. Miguel dijo que dejó a Marta a las nueve y media en casa y que acaba de llegar de Camas porque su hermano lo había llamado, pero no miraba a la cara. Así que los amigos se fueron. Pero en la puerta vieron la moto de Miguel, seca, aunque cuando ellos volvían de Triana llovía. Por eso pensaron que lleva allí más tiempo. Luego fueron otra vez a las 10 de la mañana del domingo para pedirle que ayudara a buscar a Marta con la moto, pero dijo que él se iba a Camas con su novia.

-¿Y cuándo vais vosotros?

-Yo voy el domingo a la una y media de la tarde. El hermano me recibe de mala manera pero me deja entrar y dice que Miguel está trabajando, que entró una hora más tarde por el revuelo que se había montado con Marta. No sé qué revuelo, porque él no ayudó a buscarla. Me dijo que volvía de trabajar sobre las dos, que era mentira, porque los amigos lo vieron allí por la mañana. Luego ya no lo vimos ni llamamos más, porque lógicamente ya entró la Policía.

-¿Vio algo raro en el piso?

-Estaba todo cerrado y oscuro. Allí vive gente, había un sofá, un televisor. Estaba ordenado, no vi nada movido ni roto, pero habían tenido tiempo de sobra. Había una habitación cerrada, pero no le voy a dar un empujón, yo intenté no pelearme porque quería que me dijera dónde estaba Marta. Me dio mala sensación, no me miraba a la cara. Tenía una actitud fría, ni la mínima empatía cuando le dijimos que no la encontrábamos.

-¿Habían limpiado?

-Cuando mi cuñado fue con la Policía a las seis de la tarde me dijo que olía a limpio, a detergente. Me preguntó a mí y yo recordaba que a la una y media olía a cerrado, pero luego limpiaron. Y un domingo, irse a limpiar, es raro. Además, le dijeron a mi cuñado que allí no había pasado nadie la noche, cuando los amigos de Marta los vieron. Eso es encubrimiento.

-¿Lo volvieron a ver?

-Me llamó a la semana, fui con un policía de Menores y me dijo, con un discurso calculado, que a Miguel le estábamos desgraciando la vida pero él lo estaba aconsejando, que es padre y siente y que estaba poniendo carteles de Marta. Pero con un cinismo y una frialdad que no se puede imaginar la gente.

-La Policía considera que en el piso mataron a Marta, la llevaron al río y la tiraron entre Miguel y Samuel. ¿Creen que fue así?

-Yo no sé, están diciendo muchas barbaridades como que la llevaron en silla de ruedas al río, que la trasladaron en moto? a tres en una moto las cámaras de tráfico los ven, y un fallecido? yo tengo moto, y en un ciclomotor es difícil que no se caiga, que no suelte los pies? eso es un coche. Samuel conducía, tenía permiso y estaba a punto de comprarse un coche. Igual le robó las llaves a la madre, no sé.

-Pero Samuel era un amigo de la pandilla de Marta.

-Samuel nos ha dejado? Miguel no llegó a ir a la casa de la playa pero Samuel y Javier sí. Cuando se enteraron los amigos se quedaron destrozados, no se creían el cinismo con el que había actuado el asesino este, llorando, diciendo "vamos a encontrarla, vamos a solucionarlo?" El presidente de la asociación lo decía: "Se venía a mi lado y decía esto va a salir bien, yo como coja al que ha hecho esto lo mato?". Hombre, tú en una bronca das un palo a un desconocido, pero a tu amiga es fortísimo. A Miguel, mi cuñado hasta le había llevado a esa casa un sofá. ¿Qué clase de individuos son?

-¿Cree que todavía pueden surgir nuevos implicados?

-Yo pienso que puede salir más gente. No quiero decir nada porque hay secreto de sumario y son intuiciones familiares, pero creo que sí. No sé a qué alcancen, no creo que en la desaparición del cadáver, pero que luego vieran cosas raras, sí. Espero que vaya cayendo todo el que ha participado, porque vernos sufrir, ver cómo la gente lo ha estado pasando y actuar como si nada? es de asesino psicópata.

-¿Confían en que haya pruebas para condenarlos?

-Ahora muchos juristas están hablando de si aparece el cuerpo o no, pero la Policía nos ha dicho que tiene lo suficiente para que le caiga una buena. Miguel y Samuel han contado lo mismo sobre el crimen y el traslado, y eso es bueno, le da veracidad. Esos cuatro seguro que están pillados.

-Ahora falta encontrar el cuerpo para poner fin a todo.

-Para cerrar este capítulo, dar sepultura a mi sobrina y descansar tranquilos, aunque saber que hay suficiente para condenarlos, en cierto modo nos tranquiliza. Pero sabes que no vas a verla más, y eso nos va a pasar factura psicológicamente. Física ya nos está pasando, todos hemos perdido kilos. Pero a mis sobrinas se lo dijeron el domingo y se han hartado de llorar.

-Eva, la madre de Marta, es la que lo está pasando peor, pero ¿cómo ha afrontado la familia este desenlace?

-Eva no ha salido de su casa desde que pasó, aunque hoy la he visto más entera. Te digo que ella habló con un familiar la noche de la desaparición y le dijo: "A mi hija Marta me la han matado". Digamos que ella ya ha recorrido ese camino y nosotros no. Su intuición de madre hizo que lo presintiera.

  • 1