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Sabor a cocina serrana

El Rincón de Murillo (Santa Cruz) Esquinita del céntrico barrio con sabor a sierra de Huelva y mucho más.

el 13 abr 2013 / 09:00 h.

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Uno de los atractivos del local es su terraza, que está en una calle peatonal del barrio de Santa Cruz. Uno de los atractivos del local es su terraza, que está en una calle peatonal del barrio de Santa Cruz. Por Javier Compás. La primera vez que entré en El Rincón de Murillo me hizo cerrar los ojos un sutil aroma que provenía de la cocina, era guiso antiguo, de casa, miré unos impresionantes gurumelos que estaban en la barra, José María, que es dueño del sitio y dueño del arte de esta cocina, me dijo que se estaban haciendo unos gurumelos con arroz, bendita cosa. Abrió este local el 19 de marzo, San José, bar de antiguo, la reforma lo ha convertido en un atractivo sitio con su punto rústico, azulejos, maderas, destacando la bodega de vinos excavada y visible a través de un suelo de cristal, donde se pueden realizar pequeñas catas. Buena barra, mesas en el interior y en la calle, que lo es peatonal en ese remanso de paz que es el interior del barrio de Santa Cruz. Del techo, buenos jamones de la sierra de Huelva, y es que el negocio tiene local hermano en aquella zona, La Ventana de Zufre. La carta es amplia y variada, con posibilidad de tapear, medias y raciones. Ensaladas, sopas frías y calientes y aliños pueden servir para abrir boca, así como los fritos, como una generosa ración de berenjenas con salmorejo (8,00 €), con bastones de berenjenas fritos en su punto y sin pizca de aceite sobrante, magnífico el salmorejo que acompaña, con su lasca de jamón. Quesos, chacinas, panes y revueltos se trabajan con habilidad y con buena materia prima, como el queso de cabra con carne de membrillo casera y mermelada de calabacines (11,00 €). Metidos en mayores, de la cocina salen magníficas carnes de ibérico, verduras y algún preparado de pescado, como la fritura de la casa (7,00/12,00 €), el lomo de bacalao sobre salmorejo o sobre fondo de tomate y pisto casero (9,00 €). gastro02 En carne probamos unas carrilleras en su jugo (2,40 euros), a las que no hacía falta meterle el cuchillo, realmente tiernas y con un sabor original. Muy bueno también el rabo de toro (2,75), con esa gelatinosidad de la carne pegada al hueso, ambas tapas se sirven con patatas fritas caseras. Otro plato estrella de la casa es la paleta de Murillo (14,00 euros), que es presa ibérica hecha a la barbacoa rellena de jamón ibérico y queso de cabra con guarnición de patatas al horno. Hay cosas fuera de carta según temporada, ya se ha citado el tremendo arroz con gurumelos. En este reducto de cocina tradicional podemos también darnos el homenaje de unos huevos fritos con patatas y jamón (10,00 €), u optar por probar varias tapas que en sus nombre resuman cultura popular: pavías (2,50 €), adobo (2,50 €), pimientos con melva (2,50 €), aliño de asadura (2,50 €), huevas con mayonesa (2,50 €), san jacobo (2,50 €), migas (2,50 €), en fin, como se dice ahora, una buena nómina de tapas. Destacar también la carta de vinos, de la que casi todos se copean, con tintos andaluces como el gaditano Finca Moncloa o el onubense Lantero, también de otras zonas, por supuesto de rioja (Beronia, Muga, Luis Alegre, Ramón Bilbao), ribera (Protos, Tierrafiel, Vega Real), y otras zonas como somontano (Viñas del Vero), jumilla (Luzón) o ya en blancos, albariños como Martín Codax, verdejos como Orofiel o el sevillano Señorío de Heliche. Por supuesto también hay generosos y algún cava como Vilarnau o Juvé y Camps. Hay también buenas marcas para el trago largo, para culminar la velada tras algún postre casero de los que se elaboran en la casa, como el pudín de castaña o la tarta de chocolate.

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