Entre los muchísimos béticos que han acudido al tanatorio de San Jerónimo para honrar la memoria de Sebastián Alabanda ha estado Salva Navarro, ex guardameta del Betis y compañero del fallecido como jugador. "Es un palo tremendo, bastante fuerte, todavía no me lo puedo creer", ha dicho el ahora empleado verdiblanco. "Estaba muy ilusionado, tenía ganas de hacer las cosas, pero llevamos un año que... Se están yendo grandes compañeros y amigos. La verdad es que es muy duro", ha lamentado. Otro de los campeones del 77, Juan Antonio García Soriano, no ha podido articular palabras porque la tristeza y las lágrimas lo superaban. "Se ha ido un grande, un trozo del Betis", ha dicho entre sollozos.