Economía

Sarkozy se mantiene firme en medio del caos que vive Francia

El Gobierno galo crea un centro para controlar el desabastecimiento

el 18 oct 2010 / 19:45 h.

Trabajadores participantes de la huelga levantan una barricada para bloquear el acceso a la refinería de Donges.

Las protestas en el país galo contra la reforma de las pensiones planteada por su presidente, Nicolas Sarkozy, se intensifican día a día, lo que ha llevado al Elíseo a tener que tomar medidas de urgencia. Así, el Gobierno francés puso en marcha ayer un centro de crisis para afrontar los problemas de abastecimiento de combustible registrados en centenares de gasolineras fruto de las movilizaciones en las refinerías contra la reforma de las pensiones. A esta situación se suma la implicación cada vez mayor de los estudiantes en las protestas, con los correspondientes enfrentamientos con la Polícia en vísperas de una nueva huelga general.

El cierre de las 12 refinerías del país y el bloqueo de parte de los depósitos de combustible por los sindicatos de transporte amenazan con sumergir a Francia en una situación de bloqueo energético en la víspera de la enésima jornada de movilización contra la reforma del sistema de pensiones. Centenares de gasolineras se vieron obligadas a cerrar por la carencia de combustible como consecuencia de la huelga, indefinida desde el martes de la semana pasada en algunos sectores.

Aun así, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró ayer que aplicará su reforma de las pensiones, pese a la oposición que genera, y justificó la intervención del Gobierno para garantizar el abastecimiento de carburante y evitar enfrentamientos. "Esta reforma es esencial. Francia se ha comprometido" a llevarla a cabo, subrayó.

Por su parte, el primer ministro, François Fillon, avisó el pasado domingo de que no permitirá que el país se paralice y aseguró que intervendrá si fuera necesario. En varias cadenas de televisión aparecieron trabajadores de la refinería de Grandpuits afirmando que les habían comunicado que, por orden del Gobierno, debían ir a trabajar porque en caso contrario podrían ser detenidos. La Agencia Internacional de la Energía (AIE), institución dependiente de la OCDE, calcula que el país galo cuenta con reservas de crudo suficientes para cubrir el consumo de 98 días y que ya ha comenzado a utilizar el stock de emergencia destinado a la industria.

El ministro de Industria, Christian Estrosi, declaró a la emisora de radio RTL que "el Gobierno tiene el control". "Las empresas no sufrirán bloqueos, el transporte no sufrirá bloqueos y los automovilistas no sufrirán bloqueos", subrayó.

Además del problema de abastecimiento energético, el Ejecutivo se enfrenta a la presión de los sindicatos en otros sectores estratégicos, como el transporte.

La mitad de los trenes previstos para ayer fueron anulados, y a ellos se sumarán al menos el 30% de los vuelos previstos para hoy en Francia. De hecho, veinte vuelos entre aeródromos españoles y franceses se cancelaron hasta las 16.00 horas de ayer debido a una nueva huelga en Francia, cuyos efectos sobre el tráfico aéreo se agravaron durante la tarde y la madrugada.
Las protestas, que se han endurecido desde el martes de la semana pasada, han movilizado también a los estudiantes, quienes han protagonizado enfrentamientos con la Policía en localidades como Lille y Roubaix (norte) o Mulhouse (noroeste), Lyon (este) o Marsella (sur).

En este sentido, más de 200 institutos, según el Gobierno, más de 600, según las organizaciones estudiantiles, cerraron ayer para sumarse a la protesta.
Los intercambios de piedras y gases lacrimógenos entre estudiantes y policías en algunos puntos del país, sumados a la quema de algunos vehículos en la vía pública, se saldaron con la detención de unos 200 jóvenes.

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