"Yo vivo enfrente y el domingo por la mañana lo echamos de menos. Lo más probable es que lo robaran la madrugada de ese mismo día". Una vez más, el surtidor, es decir, el pato de la Pila del Pato ha desaparecido. Además, se han registrado desperfectos en esta fuente con una larga historia, sobre todo, de viajes.
Situada en la Plaza de San Leandro, la Pila del Pato es una de las fuentes más conocidas de Sevilla, ante todo porque se ha mudado de sitio en muchas ocasiones a lo largo de los siglos y también porque los vándalos de la ciudad se han cebado con ella en muchas ocasiones, incluso llegaron a sustraer el pato que corona la fuente. Ahora, ha vuelto a desaparecer. El pasado domingo por la mañana, Pilar Arana, vecina de la plaza, se percató de la ausencia del pato: "No estaba y el cuerpo de mármol de la parte superior de la fuente estaba tumbado. Llamamos para denunciarlo", afirmó esta vecina, quien apuntó que operarios del Ayuntamiento retiraron el trozo de mármol que se desprendió de la fuente.
Por ahora, el Consistorio no ha dado ningún tipo de información sobre el paradero del famoso surtidor. Preguntado por esta redacción, no confirmaron si se trata de un robo o de un traslado para una hipotética restauración. Para los vecinos, lo más probable es el robo. De hecho, el actual es una réplica del anterior, que fue sustraído en 2003. Entonces Urbanismo restauró la fuente.
"Cuando nosotros llegamos a esta casa de la Plaza de San Leandro, hace diez años, no había nada, ni fuente ni pato y durante este tiempo lo han pintado, roto y robado varias veces", relata Pilar Arana.
Con mucha historia.
La Pila del Pato (conocida así porque el surtidor es la figura de este animal) fue realizada en 1850 para sustituir a la de Mercurio en la Plaza de San Francisco. Allí estuvo hasta 1881, año en que fue trasladada al paseo de la Alameda de Hércules, donde permaneció hasta la década de los cuarenta del pasado siglo XX.
Alrededor de esta fecha se trasladó, de nuevo, a la entonces Plaza de San Sebastián, frente a la estación de autobuses del Prado -en el lugar que hoy ocupan los Juzgados-. Pero allí no duró mucho. En 1966 una grúa y un camión la recogieron y la instalaron en el lugar que actualmente ocupa, en la Plaza de San Leandro, junto al convento del mismo nombre, y la calle Alhóndiga.
Dado que la fuente ha viajado casi tanto como algún baúl famoso, ilustres sevillanos como Julio Domínguez Arjona la bautizaron como la fuente viajera. Incluso tiene canción dedicada. Francisco Palacios, El Pali, la inmortalizó en una de sus inmortales sevillanas: "En la Pila der Pato, mi arma, t'e conocío, y conté los lunares, mi arma, de tu vestío...".
