"Querida Mujer Real, ¡gracias por participar en nuestro casting!". Ya comenzaban los agradecimientos en la solicitud antes de la diversión de ser modelo por un rato. Una iniciativa impulsada por la revista Mía y El Corte Inglés , siendo aquélla pionera en hacer protagonista de su portada a las mujeres a las que se dirigen.
Nada más entrar al nuevo edificio de El Corte Inglés en la Plaza del Duque, de golpe y porrazo ahí estaba el fotógrafo, Juan Luis Real, sacando lo mejor de cada mujer porque "se trata de hacerles pasar un rato divertido", afirmaba con tono profesional. Cinco minutos tardaba en poner a bailar el objetivo: de un perfil, del otro, con los brazos cruzados, sin cruzar, una buena sonrisa y ¡flash! Todo a ritmo de una música tan marchosa que daban ganas de ponerse a bailar allí mismo (y más de uno hizo el amago); en búsqueda y captura de esa mujer normal que se le vea "natural y espontánea, aunque alguna se traen las poses muy bien aprendidas de casa", bromeaba Juan Luis.
Pero antes de la ráfaga de fotografías, tocó pasar por chapa y pintura; y para eso estaban los maquilladores de Max Factor en la planta baja. Así que cuando tocaba el turno de cada cual, a dejarse manejar por los maquilladores: un par de brochazos de base, sombra aquí y sombra allá -como dice la canción-, raya sobre el párpado, rímel, coloretes, brillito de labios y ¡listo! Entre tanta brocha y colores los dos chicos se miraron: "¿Te has dado cuenta de que la cola nunca termina?", dice Olmo asombrado de la cantidad de mujeres que iban llegando. Y es que apenas habían pasado dos horas desde que comenzara el casting por la mañana y se habían presentado casi 100 mujeres. No paraban de llegar mujeres como el típico grupo de chicas de 18-19 años que se dicen unas a otras "tía, a ti seguro que te cogen". O esas dos madres jóvenes, de 30 y pocos años, cada una con su bebé en el correspondiente carrito, que pasaban por la puerta y al ver el cartel se animaban ipso-facto. Todo tipo de mujeres han pasado por allí: abuelas, madres e hijas, el lado de la familia femenino al completo; unas muy arregladas, otras con ropa deportiva; hasta una señora de 80 años -que para nada los aparentaba- se reía ante la posibilidad de "ser la portada de la revista". Diga que sí, mujer. O María y Francisca, de 75 y 62 años respectivamente. Lo escucharon por la radio y pensando que vendrían modelos, se acercaron a cotillear "porque nos gustan estas cosillas" y resultó que fueron ellas las que terminaron subidas a la pasarela. O el chaval que se pone a hacerle fotos a su madre con el móvil (Reyes Rodríguez, de 45 años) mientras la maquillaban, "que ha sido él quien me ha dicho que me presente", dice Reyes casi pidiendo perdón por la vanidad.
Y eso que los organizadores estaban preocupados al principio porque cuando lo hicieron en Valladolid, antes de comenzar ya tenían a 100 mujeres esperando en la puerta y "aquí han ido llegando poco a poco", reconocía José Pedrazuela subdirector y director de belleza y moda de la revista Mía. El chorrito de mujeres no cesaba.
El casting finalizó a las nueve de la noche (aunque aún brillaba el sol) y ¿adivinan cuántas mujeres participaron en el casting? ¡Casi 400! Por los pelos no superan la gracia de las sevillanas y las andaluzas a las 400 mujeres de Vallodolid. Con 40 grados a la sombra, cualquiera sale a la calle. El 7 de julio comenzará la votación en www.mujeresreales.es donde estarán subidas entonces las fotos de todas las participantes. ¡Suerte!
