Seat presentó ayer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de carácter temporal que afectará a 750 trabajadores hasta diciembre y a unos 500 entre enero y julio de 2009, mientras que propuso dos paros de varios días en la producción que enviarían a casa a otras 3.900 personas. Todo en Cataluña.
En total, el ajuste laboral y estos paros de producción afectarían a unos 4.700 operarios de las plantas de Seat de Martorell y la Zona Franca de Barcelona, dado que algunos empleados podrían verse incluidos en ambos.
El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, explicó que la dirección presentó su plan a los sindicatos, después de que durante la última semana las partes intentaran negociar, pero sin éxito, un ajuste de producción que implicaba reducir la fabricación en 21.000 coches y afectaba a 6.000 empleados.
Ante la falta de consenso, Seat ha decidido plantear un ERE temporal y dos paros de varios días debido a "la caída generalizada de ventas en sus principales mercados", según un comunicado de la compañía, medidas que ya ha empezado a estudiar el comité de empresa, que dispone de quince días para presentar las alegaciones que considere pertinentes.
En concreto, el ERE afectaría a 750 trabajadores diarios entre el 3 de noviembre y el 31 de diciembre de este año, mientras que de enero a julio de 2009 la compañía mandaría diariamente a casa a alrededor de 500 empleados.
Seat prevé además suspender cinco días (tres en noviembre y dos de diciembre) la producción de la línea 1, que fabrica el nuevo Ibiza, lo que perjudicaría a 1.980 trabajadores cada día. Además, durante quince jornadas de noviembre y diciembre también se paralizaría la línea 2, que produce el Altea y el León, por lo que se enviarían a casa a otros 1.969 operarios.
La filial de Volkswagen explicó que, "ante la caída generalizada de ventas", se ha "visto en la necesidad" de bajar producción en Martorell para adecuarla a la situación actual de dichos mercados, en los que, por el momento, "no se prevé reactivación económica a corto plazo". El recorte, del 5% respecto a las estimaciones iniciales de fabricación. Comentó, asimismo, que el ajuste laboral es un ejercicio de responsabilidad para asegurar así la "viabilidad futura" de la planta catalana.
En el capítulo de reacciones, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, dijo ayer en Sevilla que recibía con "preocupación" el ajuste en Seat ante la magnitud de trabajadores afectados, que podría ser "cuatro veces superior" al dañar al parque de proveedores.
En este contexto, los sindicatos CCOO y UGT criticaron ayer, poco después de reunirse en Madrid con representantes de los ministerios de Industria y Trabajo, los últimos ERE, al considerar que no todos ellos "obedecen a la crisis".
Mientras, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, envió "un mensaje de tranquilidad", al asegurar que el sector "recuperará su actividad en cuanto los mercados europeos superen la actual coyuntura".
