Éstos son dos de los aspectos más destacables de la sentencia, según resaltaron los abogados que defendieron en esta causa a la familias de las víctimas. El fallo ratifica la condena a las empresas que organizaron el vuelo, la contratista Chapman Freeborn y la compañía aérea Ukranian Mediterranean Airlines (UM Air).
El error humano lo fundamenta la sentencia en "una maniobra desastrosa" del aparato y lo identifica así porque no se han podido conocer otras circunstancias de la operación, ya que las cajas negras del avión no funcionaron. Según Eudald Vendrell, uno de los letrados de las familias, la sentencia reconoce que es "absolutamente inconcebible e inexplicable" la forma en que se hizo la maniobra de aproximación al aeropuerto de Trebisonda y descartó la incidencia en la misma de agentes meteorológicos o de los controladores turcos. Las indemnizaciones fijadas "están muy lejos" de los 63 millones que pidieron las familias en el juicio del pasado febrero.
Javier Hernández, otro de los letrados de las víctimas, dijo a Efe que las indemnizaciones no son las que habían solicitado, son "muy limitadas" y "no se ha tenido en cuenta el daño causado". En el primer juicio civil sobre el caso, que se anuló por defecto de forma, las empresas fueron condenadas a diez millones de euros.
La Asociación de familiares de víctimas del Yak-42 se está planteando presentar un recurso al fallo, mientras que el padre de uno de los fallecidos, Francisco Cardona, opinó que la sentencia es "ridícula". El Gobierno español garantizó que el fallo será cumplido y el PSOE pidió al PP que retire a Federico Trillo, ministro de Defensa en 2003. "Este caso es la foto moral del Gobierno de Aznar en política militar", dijeron los socialistas.
