El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y su homóloga de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, inauguraron el jueves el penal de Morón de la Frontera (mixto) que, a partir de septiembre, albergará hasta a 2.000 presos y empleará a 620 trabajadores.
El centro penitenciario basa su organización en una idea: que sean núcleos urbanos autosuficientes. De este modo, el edificio se estructura en torno a 16 minicentros con instalaciones culturales, sanitarias y deportivas. Sevilla II tiene 1.214 celdas, la mayoría de ellas con dos camas, por lo que podrá albergar a unos 2.000 presos. Con ello se aliviará la sobrecarga de otros penales.
De los módulos de la cárcel, 12 son residenciales y cuatro polivalentes (1.008 celdas). También hay un módulo de régimen cerrado con 70 celdas, un módulo de ingresos, salidas y tránsitos con 72 celdas y otro módulo de enfermería con 64 camas.
Junto al alambre de espino que corona muchos de los muros exteriores, la cárcel cuenta con la tecnología para garantizar la seguridad, como el escáner en los edificios de control de accesos e ingresos o el sistema electrónico de toma de huellas. Estos avances también se aplican al ahorro y eficiencia energética, ya que dispone de paneles solares térmicos para el agua caliente.
Verde. Es un centro penitenciario "bioclimático", aseguró el secretario de Estado de Seguridad, ya que está diseñado conforme a este modelo arquitectónico para evitar en lo posible el impacto sobre el entorno. La cárcel combina los colores verde y marrón en tonos claros y mate, habituales en penitenciarías o escuelas por tener un efecto no estresante. Luis González, arquitecto del edificio, explicó que también se buscaba "integrarlo en el paisaje".
Otras instalaciones son un edificio de comunicación con 41 locutorios, 22 salas para visitas de familiares, otra veintena para las íntimas y una sala habilitada para realizar ruedas de reconocimiento.
La secretaria de Estado de Instituciones Penitenciarias incidió en los talleres del penal y recordó que el objetivo de la cárcel es la reinserción. Los presos trabajarán para aprender un oficio. El objetivo es que sea "un punto de inflexión, un cambio en la vida de estas personas", según aseveró.
