Economía

Seguro hipotecario envenenado

Se llama swap y es un producto financiero de alto riesgo ofrecido como un seguro frente al aumento del Euríbor. Si éste baja, se paga más y cancelarlo cuesta un pico. Los perjudicados se organizan. En Sevilla se gesta una plataforma

el 25 abr 2010 / 20:05 h.

Una oferta de hipoteca en la marquesina de una parada de autobús de Sevilla.

Enero de 2007. El principal indicador para la contratación de hipotecas, el Euríbor, rompe la barrera del 4% y se acentúa una escalada que lo llevaría al 5,39% en julio de 2008. Durante ese año y medio, bancos y cajas de ahorros ofrecen a sus clientes la panacea: un seguro que cubría la subida de los intereses del crédito -sea particular o de empresa- aunque éste estuviera rubricado ante notario a un tipo variable. Dos meses después, en agosto de 2008, el Euríbor inicia la tendencia contraria tras los recortes del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo (BCE), hasta el mínimo del 1,225% marcado el pasado febrero. Y es cuando el supuesto seguro -supuesto porque no lo es- se convierte en un calvario para quienes lo suscribieron. Primero, porque no pueden aprovecharse de las bajadas del indicador. Y segundo, al entrañar un alto precio por cancelación que los clientes desconocían.

En efecto, no era un seguro, si bien el comercial de la entidad así lo ofertaba -en ocasiones, sólo minutos antes de proceder a la firma de la hipoteca en la notaría-, sino un producto financiero derivado (es decir, depende de la evolución de otros indicadores, en este caso el Euríbor), cuyas características exigen un elevado conocimiento de las finanzas y, por tanto, de la evolución del mercado. Es más un producto destinado a inversores que a familias que buscan un simple préstamo para su vivienda o pymes que acuden al crédito para costear las inversiones. Su nombre, swap, más conocido como clip hipotecario.

Un ejemplo. Su hipoteca tiene un tipo de interés variable, el Euríbor más un diferencial (lo aplica el banco o caja como recargo) de medio punto. Por otro lado, ha contratado un swap para así protegerse del incremento de tipos, y por el que abonará siempre lo mismo por mucho que éstos aumenten, al pactar con la entidad un límite, pongamos el 4,5%. ¿Qué está haciendo usted, quizás sin saberlo siquiera? Convertir a interés fijo un crédito a interés variable, y si en febrero tocaba revisarlo, seguirá pagando un 4,5% en vez de un 1,725% (Euríbor más medio punto).

Pero la maldad del clip no está tanto ahí como en la penalización que la entidad le cobrará si usted quisiera cancelarlo porque, a la vista de la evolución del Euríbor, decide que no le conviene. Para una hipoteca de 360.000 euros, 19.000 a pagar a tocateja, siendo éste un ejemplo real, si bien la condiciones de cada contrato son distintas. El cliente cae así en la tela de araña.

Sentencias. Tras conocerse que varios tribunales de distintas autonomías comenzaban a fallar en contra de los bancos y a favor de los clientes, éstos comenzaron a organizarse mediante foros en internet, donde compartían información y fallos judiciales. Los últimos datos apuntan a que podrían ser unos 45.000 los afectados, particulares y empresas.

En Sevilla, por ejemplo, se ha forjado una plataforma, siendo su impulsora la profesora María José Ruiz. "No estamos solos. Por ahora, una veintena, aunque con un goteo continuo. Existe mucha gente que no sabe que tiene este producto financiero contratado y que se sigue preguntando por qué sus cuotas hipotecarias no bajan al igual que el Euríbor".

¿Qué dicen los tribunales? Las sentencias analizadas por este periódico no cuestionan los swaps, pero sí consideran que ha existido mala fe por parte de las entidades al ofrecerlos a los clientes sin que éstos tuvieran de antemano la información suficiente como para calibrar que era un producto financiero de alto riesgo, y como tal lo considera la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Es un producto "para un perfil de clientes altamente especulativo [...] difícil de explicar y comprender para un usuario habitual [...]", dice el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Vigo. Y en este caso, ni siquiera el contrato reflejaba cómo se calcularían los costes de cancelación, a la vez que se constata que tampoco el comercial del banco "conocía la mecánica" de la operación "especulativa". De esta forma, el consentimiento del cliente fue por falta de una información precisa que debería haber proporcionado la entidad. El swap quedó anulado.

¿Qué es un producto swap o clip? Es un producto financiero derivado cuya rentabilidad, en el caso que tratamos, depende del Euríbor o de los tipos de interés oficiales. Se le llama también contrato de permuta financiera porque permiten convertir un tipo de interés variable en fijo y a la inversa. Por tanto, es un producto complejo que antes se constreñía a la banca de inversión y a operaciones que protegían a las empresas exportadoras de los vaivenes de las divisas. En España se le conoce como clip porque así lo ofertaba el banco que más lo ha usado en hipotecas.

¿Por qué se vincularon a las hipotecas? Los bancos y las cajas comenzaron a comercializar los swaps justo con la escalada del Euríbor. Se ofertaba como un seguro de cobertura frente a la subida de los tipos. Se pacta un determinado porcentaje máximo (lo que convierte la hipoteca variable en fija aunque no conste así en el documento que se haya firmado en notaría). Si el Euríbor lo supera, la entidad corre a cargo de esa parte adicional de la cuota hipotecaria. En cambio, si el Euríbor está por debajo, el cliente paga el mismo porcentaje pactado, sea el que sea.

¿Cuál es el problema de los swaps? Por lo pronto, las entidades financieras suelen ofrecerlos a los clientes poco antes de que éstos firmen la escritura de la hipoteca, cuando se ven agobiados por la premura de tiempo, y junto con un conjunto de seguros. De hecho, se plantea como un seguro o contrato de cobertura de tipos de interés. No permite beneficiarse cuando el Euríbor baja, indicador que ha sufrido un desplome. Y si se quiere cancelar el contrato, la penalización no consta como una cuantía fija, sino que depende de una complicada fórmula.

¿Dónde acudir para defenderse? Se ha creado una web donde los propios afectados cuentan sus experiencias y se intercambian información y sentencias, al tiempo que buscan personas en situación similar en cualquier provincia española y posee un foro muy activo. Su dirección es www.noclip.es . Asimismo, las organizaciones de consumidores y usuarios bancarios como Facua, UCE, Ausbanc y Adicae prestan cada vez más atención a lo que consideran "un engaño" y divulgan los fallos judiciales en contra de los bancos y las cajas de ahorros.

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