Cuando cantaba Bailar pegados ya tenía Galilea”, explica el cantante en una entrevista para presentar un nuevo trabajo, Trece, que ha supuesto una “evolución” y que contiene alguna pincelada de la Motown de los años 60. “He intentado plasmar el espíritu que hay en los conciertos”, añade Dalma (Sabadell, 1964).
Un número, el trece, que comporta “riesgo” pero que Dalma explica que sacar un disco parece que últimamente es como “hacer un triple salto mortal en el circo” y que los artistas deben evadirse del “pesimismo y la depresión que hay en el ambiente”, porque en caso contrario no se podría ver “la luz ni el horizonte”.
“Se tiene que huir de los tópicos”, admite Dalma, quien afirma que siempre ha sido partidario de “enumerar” los discos en vez de titularlos con “alguna de las mejores canciones o frases”.
Trece, decimotercer disco de Sergio Dalma que se acaba de publicar, ha sido producido por Sebastián Krys (con quien trabajó en su anterior disco, A buena hora) en Los Ángeles, mientras que la voz se grabó en Madrid, donde el cantante estaba en plena gira de teatros celebrando dos décadas de carrera musical.
Una vez más, el intérprete ha querido alternar “altibajos” en un trabajo que invita a saltar, emocionarse o llorar porque se ha planteado el “orden” de las canciones como un directo en el que el amor y el desamor son el nexo de unión.
Temas como Mientras tanto, Cuidaré, Alas rotas, Sin darme cuenta, Me cansé o Con la boca por delante se incluyen en Trece, que también contiene tres canciones en catalán: En el silenci, Cuidaré y Sense adonar-me.
Una “apuesta” en la que su voz “suena distinta” y que se ha planteado desde el año 2003 porque muchas radios en Cataluña sólo programan música en catalán.
“Ahora estamos atravesando un momento en el que todo lo que sea defender el nacionalismo tiene connotaciones negativas”, explica Dalma, quien lleva casi dos décadas viviendo en Madrid y que defiende su identidad cultural sin “molestar”. “A la larga, es una postura más beneficiosa y más inteligente”, añade.
Dalma, que participó en el Festival de Eurovisión de 1991 con Bailar pegados, cree que “la mentalidad de la gente” ha cambiado y que este certamen es “más visual que musical”, aunque opina que este año se ha elegido un intérprete “con carisma y experiencia”, refiriéndose a Daniel Diges.
El cantante sigue fiel a su discreción y simplicidad y, aunque quiere “acomodarse” a cada momento de su vida, sabe que su “trabajo” es su “hobby” desde que tenía 16 años y comenzaba a cantar en orquestas.
“A mí me gusta que hablen de mí por mi trabajo, y si luego me acuesto con una señora o con una gallina es algo personal que no le importa a la gente”, explica un cantante que se ha mantenido al margen de los medios de comunicación.
Sergio Dalma debutará en una gira de presentación de su Trece el 23 de abril en Málaga, que continuará por Vigo, Palma de Mallorca, Valencia, Barcelona y Madrid.
Durante este verano el cantante realizará conciertos por toda España y le gustaría actuar en países latinoamericanos antes de terminar el año.
