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Sergio y Regina, desde Tomares a la semifinal del Open Salsa de Puerto Rico

Un salón con suelo firme de madera y rodeado de espejos es el mejor escenario para encontrarles. El lugar donde innovan, tropiezan, fallan, logran, pero sobre todo, disfrutan. Sergio y Regina, tomareños de adopción, han sabido llevar el ritmo hasta la pequeña isla de Puerto Rico para tratar de llevarse consigo el campeonato del mundo de salsa.

Regina y Sergio ensayan una de sus piezas.
Han conseguido el duodécimo puesto en la clasificación mundial, pero a ellos les ha sabido a gloria. "Teníamos mucha ilusión y ganas de aprender, de verlo todo. De vivir la experiencia y de conocer Puerto Rico y a su gente", explica Regina. "Lo único que nos ha faltado ha sido más competitividad, ser más agresivos bailando, pero es el primer año", aclara Sergio.

En tan sólo dos años y medio que llevan como pareja de baile profesional han llegado a la semifinal de un campeonato mundial. Regina es más joven en esto del baile. Empezó hace tan sólo cuatro años, como un hobbie. Hasta que se convirtió en una pasión que la absorbía cada día más. La aparición en su camino de Sergio tuvo mucho que ver. "Cuando conocí a Sergio fuimos teniendo más relación y empezamos a tomárnoslo en serio." explica esta joven de Reus. Sergio puede considerarse todo un veterano a pesar de sus 24 años. Ya a los 14 sintió el gusanillo del baile de salón aunque "sólo hacía baile retro: pasodoble, tango, vals, un poco de latino... En salsa me metí en el 2003."

Pero a nivel mundial no se llega por una acrobacia. Los aspirantes deben pasar las clasificatorias provinciales. Prueba superada para Sergio y Regina, campeones de Sevilla de este año. Tras esto, todo se decide en el campeonato de España donde "las ocho primeras provincias clasificadas pueden ir al campeonato. Nosotros quedamos subcampeones y decidimos ir", explican.

Los campeonatos y bailes se preparan con un año de antelación y muchas horas echadas encima. De lunes a viernes tienen un margen entre las 16.00 y las 20.00 horas, un hueco entre que Regina sale de trabajar como enfermera y Sergio, informático, entra en sus clases de salsa en la academia Muévete Sevilla. Los fines de semana exprimen el tiempo, recibiendo clases y dando a su vez espectáculos y actuaciones, que les sirven como ensayo.

Se quedaron a las puertas de la final pero la competencia también demostró su nivel. "Los dos veces campeones del mundo, Adrián y Anita, que trabajan en el programa Mira Quién Baila, eran los favoritos. Pero desde el primer día vimos a una parejita de Brasil que ensayaba mucho y muy concentrados. Nos olíamos que iban a hacer algo importante y ganaron el campeonato", dice Sergio. Tuvieron un ojo clínico para los ganadores.

En cualquier tipo de baile, la pareja es esencial. "Hace falta constancia y no desviarse de los objetivos. Nosotros nos llevamos bien. Las discusiones tiene que haberlas y hay que saber llevarlas" manifiesta Sergio. Regina le sonríe y afirma: "Con el tiempo aprendes a sobrellevar ciertas cosas, nos vamos compaginando."

La pareja se convierte en un trío consolidado con la madre de Sergio, autora de todos los trajes de la pareja. Aunque nunca había sido costurera, las ganas de ayudar a su hijo con su pasión son suficientes. "Las modistas no tenían capacidad de hacer buenos vestuarios de baile hace unos años", explica Sergio. Los suyos son los más llamativos y deseados como el rosa o el rojo y burdeos de la final.

¿Sus sueños? Ganar el campeonato del mundo e intentar "mejorar cada día". En su mejor año en el baile, sólo tienen palabras de agradecimiento a su familia, amigos, alumnos... "Si no disfrutamos, mejor no bailar", sentencia Sergio.

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