Cultura

«Sería un sueño hecho realidad dirigir la ROSS y el Maestranza»

Entrevista al maestro John Axelrod, candidato a la dirección titular de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Teatro de la Maestranza.

el 16 oct 2014 / 16:00 h.

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John Axelrod. / Stefano Bottesini John Axelrod. / Stefano Bottesini

Desde su primera visita como director invitado en enero de 2012, el nombre de John Axelrod (Houston, 1966) es uno de los que con más fuerza suena para suceder a Pedro Halffter en la dirección de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Teatro de la Maestranza. Querido por los músicos, aplaudido por el público y respaldado por la crítica, Axelrod es uno de los tres candidatos que baraja el Consejo de Administración del coliseo en su dilatado proceso de elección del nuevo titular.

¿Cómo resumiría su experiencia hasta la fecha, en calidad de director invitado, con la Sinfónica y el Teatro de la Maestranza? Hemos desarrollado una extraordinaria química. Esto es esencial para poder llevar la música a altas cotas de excelencia. Admiro a todos los músicos de la Sinfónica a nivel profesional, pero también personal. ¿Por qué? Porque hacer música es mucho más que un simple trabajo. Es una forma de ver la vida. Para un director de orquesta es muy importante ser un buen líder, porque la buena relación que exista entre los profesores y yo redundará en la calidad de la orquesta. Como en el fútbol, un buen equipo necesita un buen entrenador si quiere llegar lejos. Con la dirección artística correcta, la Sinfónica puede llegar muy lejos. Tengo unos recuerdos maravillosos de los dos programas que he hecho con la ROSS, con páginas de Strauss, Brahms, Ravel, Verdi y Chaikovski.

¿Cuál cree usted que es el principal valor añadido del teatro? No he dirigido nunca en la temporada lírica del Maestranza, pero sin lugar a dudas que la ROSS sea la orquesta en residencia en el teatro es una ventaja muy clara y un valor añadido para ambas instituciones. Hacer ópera despierta los instintos de los músicos a la hora de escucharse unos a otros y de dialogar con la voz humana. Y la interpretación de óperas, desde el barroco hasta nuestros días, mejora la calidad sinfónica. A lo largo de mi carrera he aprendido cómo equilibrar y administrar artística y económicamente ambos mundos; los del teatro y la orquesta. Me fascinan las sinergías que pueden crearse entre ambos espacios de creación. Para mí, llegar a ser director musical del Maestranza y la Sinfónica sería un sueño hecho realidad. Y todo un honor el poder trabajar en una ciudad tan mítica como Sevilla. Estoy convencido de que el Maestranza puede convertirse en un teatro lírico de importancia internacional. En 2016 se cumplirá el 25 aniversario del teatro; y estaré encantado de diseñar una temporada de enorme peso, que quedara para la posteridad. He tenido el placer de dirigir en coliseos como la Scala de Milán, el San Carlo de Nápoles y la Ópera de Leipzig; y sé que algunos grandes artistas y amigos de primera línea internacional estarán encantados de acompañarme en Sevilla.

En el caso de ser elegido, ¿cuál será su principal aportación? Creo que los resultados artísticos son los que deben hablar por sí mismos. Para intentar responderle, le insistiré en que la consecución del éxito a muchos niveles se basa en la construcción de fortalezas individuales y colectivas. Es una conclusión a la que llego después de haber dirigido más de 150 orquestas, haber estrenado 50 nuevas partituras y haberme puesto al frente de 30 títulos de ópera, grabando además con sellos discográficos internacionales y tras ser director musical y principal de cinco orquestas y teatros europeos. Juntos, la ROSS, el Maestranza, y yo, podemos crear un futuro de crecimiento y estabilidad, otorgando recompensas artísticas que satisfagan al público, a los músicos y a todo el país.

Concrete más. ¿Qué proyectos le gustaría llevar a cabo en Sevilla? El proceso de elección del director sigue abierto, por lo que si se los desvelo sería como si un mago explica el truco antes de realizarlo. Mi propuesta para las cuatro próximas temporadas está en manos de quienes deciden. A muy grandes rasgos, planteo la programación de las obras más importantes de los compositores españoles. También propongo realizar programas públicos populares, crear proyectos especiales enfocados a su comercialización y desarrollar propuestas más específicas que contarían con suscripciones propias. Mi visión siempre estará ligada al trabajo en equipo, sin desligarme de responsabilidades que asumo con el mayor gusto como seguir presentando obras de repertorio, óperas de todos los siglos, programas temáticos e innovadores, proyectos audiovisuales...

Uno de los grandes ‘debe’ es la programación de música contemporánea. ¿Es usted partidario de ofrecerla con asiduidad? Es vital para una orquesta tocar la música de hoy y de mañana para que el conjunto se vea como un organismo vivo, de su tiempo. Hacer música de hoy significa ser testigos de la historia, erigirnos (todos, público y músicos) en participantes activos, no sólo ser observadores pasivos. Se lo puedo explicar de forma más poética: para vivir, hay que respirar. Y las partituras de nueva creación son aliento vital para una orquesta. Si estamos convencidos de su importancia sabremos transmitírsela también al público.

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