El Betis-Mallorca del domingo es noticia por tres motivos: será el primer partido del equipo verdiblanco en su estadio en Primera después de dos largos años en Segunda; será la primera vez en no se sabe cuánto tiempo que jugará al mediodía en la máxima categoría, encima en verano; y en el palco, junto a Rafael Gordillo entre otros, se sentará el mejor entrenador de la historia de las trece barras: Lorenzo Serra Ferrer.
El hombre que ascendió al equipo en 1994, lo hizo tercero en 1995, lo proclamó subcampeón de Copa en 1997, lo metió en la Liga de Campeones en 2005 y ganó el título copero ese mismo año regresa a Heliópolis pero no como hombre de fútbol, sino hombre de despachos. Serra es ahora vicepresidente y consejero delegado, ya que representa al grupo que se ha hecho con la mayoría accionarial de la entidad balear.
El domingo, por tanto, será un día "emocionalmente muy grande" para el extécnico del Betis. "Habrá que controlar las emociones, seguro que se desbordan. Es normal, tengo recuerdos magníficos de todo lo que supone jugar en el Villamarín", reconoció ayer el poblense, que a pesar de la distancia parece encantado con el proyecto inaugurado en su antigua casa.
"Social y deportivamente ha arrancado con mucha fuerza, aunque la social no la ha perdido nunca. Y deportivamente han calculado muy bien las posibilidades y han armado un equipo bastante bueno. Lo veo muy bien estructurado y cohesionado, todo el mundo está muy comprometido, tienen los conceptos claros y los jugadores los están llevando adelante con naturalidad y valentía. Creo que será el equipo revelación, tiene unos trazos muy buenos. Contra la Juve estuvo muy bien, contra el Granada estuvo muy bien...", añadió en Canal Sur.
Los elogios de Serra no se restringen al capítulo futbolístico. La transformación del Betis desde diciembre a este momento también merece la alabanza del ahora directivo. "No conozco la situación, pero sí a algunas de las personas que están al frente, y al menos a mí me parece que son de fiar, honestos, entregados, muy béticos e ilusionados con recuperar la credibilidad de la entidad", dijo Serra, curiosamente el último entrenador que tuvo Rafael Gordillo como jugador del Betis.
A pesar de su cariño al Betis, que además no esconde ni siquiera en su actual cargo, Serra prefiere que el domingo gane el Mallorca. "Ahora estoy muy entregado a este reto de ayudar al Mallorca, que también ha sido muy importante en mi vida. Me gustaría que ganase el Mallorca, muy a mi pesar por mis sentimientos como bético, pero después le deseo sólo lo mejor al Betis", aclaró el preparador de Sa Pobla, que como siempre no descarta un retorno al club de las trece barras: "Imposible no es, porque al Betis siempre le estaré agradecido. Mi familia y yo nunca podremos llenar lo que el Betis y su gente nos dieron. Nos sentimos muy queridos y apreciados y no lo olvidaremos nunca".
