El Banco de España difundió ayer el balance definitivo de endeudamiento de las administraciones locales al cierre de 2010. El resultado para Sevilla fue similar al que reflejaron informes previos de esta entidad: la ciudad concluyó el año pasado como la sexta capital más endeudada –por detrás de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Málaga– con 454 millones de euros, y mantuvo un índice de deuda por habitante inferior al resto de ciudades con más de 500.000 residentes –644 euros por persona–.
Los datos a nivel autonómico sitúan a Sevilla como la segunda capital con más deuda, por detrás de Málaga, aunque al establecer el índice por habitante sigue habiendo ciudades como Cádiz, Córdoba o Jaén que alcanzaron cifras más altas el pasado año.
Los datos del Banco de España, que utiliza el mismo criterio en su análisis para todos los municipios, incluyen a las empresas públicas locales, aunque dejan fuera otros conceptos que en el caso de Sevilla cobran especial relevancia. Como el aval concedido a Fibes para su ampliación o el dinero que debe devolverse al Estado en concepto del desajuste entre la previsión de ingresos del Gobierno central y el resultado real del ejercicio.
De hecho, el último informe difundido por el interventor, que data del pasado 31 de enero, elevó la deuda real del Ayuntamiento a 633,5 millones, un dato que el PP ha esgrimido en repetidas ocasiones pero que no es comparable –por basarse en parámetros distintos– a las cifras que recoge el Banco de España del resto de ciudades.
Desde el cierre de este informe, con fecha 31 de diciembre, hasta ahora el endeudamiento de la ciudad se ha incrementado, especialmente a través de créditos solicitados a corto plazo que han rebasado ya los 30 millones.
