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Sevilla es la tercera capital que más ha crecido en número de inmigrantes

Sólo Barcelona y Málaga superan a la capital, que pese a todo es de las ciudades con menos cuota extranjera.

el 21 ene 2013 / 09:10 h.

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El boom de la inmigración se diluye en España, con su primer descenso de extranjeros en 15 años, pero no así en la ciudad de Sevilla, que  se reconvierte con esta caída generalizas en una de las capitales receptoras de foráneos en el conjunto del país. Sevilla, de hecho, se sitúa como tercera capital española con más aumento de inmigrantes empadronados a fecha de 1 de enero de 2012, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que contabilizan 39.351 personas, es decir, 1.037 más que un año atrás. Sólo Barcelona y Málaga, con una tasa de extranjeros mucho mayor -no en vano, en el primer caso, supone el 17% del total de la población-, superan a la capital hispalense en esta estadística, que supera a ciudades que antaño eran foco receptor de los extranjeros, como Madrid, que ha sucumbido en el último año tras darse de baja 53.000 extranjeros en su padrón.

Pese a esa circunstancia, Sevilla sigue estando a la cola en porcentaje de inmigrantes. Aunque la población extranjera prácticamente se ha triplicado en la ciudad desde 2003, apenas representa el 5,60% del total de habitantes. La cifra, aunque parezca relevante, no tiene nada que ver con la elevada cuota que acumulan ciudades como Girona, Palma de Mallorca, Castellón de la Plana o Lleida, donde uno de cada cinco empadronados proceden de fuera de las fronteras españolas. De hecho,  sólo hay 11 capitales con porcentajes más bajos, principalmente de Andalucía y Extremadura.

De todos modos, esta cifra supone el quinto año consecutivo de aumento de la población foránea, que ha sido una de las principales bazas en las que se ha sustentado la capital para mantenerse por encima de los 700.000 habitantes, una cota clave en términos políticos -la diferencia es de dos concejales- y económicos, ya que repercuten en el volumen de ingresos que llegan del Estado. De hecho, en el último padrón ha resultado determinante para amortiguar una nueva caída de población, que finalmente ha sido sólo de 666 personas en la capital. Y eso que se trata de 1.047 inmigrantes, escasos en comparación a otros años como 2008 y 2009, donde el crecimiento fue de 4.800 personas.

La provincia también está a la cabeza en aumento de la presencia extranjera. Representa el 4,2%, pero aumentó en 2.630 personas, lo que supone que es la cuarta provincia en crecimiento, por detrás de Málaga, Alicante y Vizcaya. El segundo caso, de hecho, parte de la lógica. No en vano, fue gracias a la irrupción de la población extranjera en esta provincia alicantina que decidió empadronarse lo que permitió que superara en número de habitantes a Sevilla hace años. Una vez difuminado el efecto, la provincia sevillana se aproxima para recuperar su condición de cuarta más poblada del país.

Aunque siguen en números positivos, provincia y capital siguen tendencias diferentes, sobre todo si se desentrañan los datos para ver cuáles son las principales nacionalidades. Los marroquíes, por ejemplo, son el colectivo más numeroso en la ciudad, con 4.454 empadronados, el 5,27% más que hace un año; seguido de los nacidos en Bolivia, con 3.514 y pese a sufrir un leve descenso que se extiende al resto de empadronados procedentes de América del Sur. Sin embargo, en la provincia la nacionalidad predominante sigue siendo la rumana, con 12.976 personas -18,3% más que en 2011-.

Sobre estos datos, destaca sobremanera el continuado crecimiento experimentado por la población china, que ha pasado de ser prácticamente residual hace unos años a convertir en la tercera nacionalidad más importante en la capital hispalense y la cuarta en la provincia, donde suman 4.371 habitantes, más que ningún otro país americano, que hasta hace poco era de los que más se daban de alta en el Padrón sevillano. Los tiempos, en la inmigración también, están cambiando.

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