-->Será por escapar de la grisácea realidad o más bien porque, desde tiempo inmemorial, lo oculto, lo inabordable con criterios racionales, ha fascinado al ser humano. El periodista e investigador José Manuel Frías lleva años recorriendo el Sur –entre otras comunidades– rastreando sus misterios. Fruto de ello es su reciente libro 50 lugares mágicos de Andalucía (Cydonia), una sugerente guía de viajes que, advertimos, no hace escala en Matalascañas.
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–En la charla que ofrecerá el próximo jueves en el marco de la Semana del Misterio, propondrá sitios donde pasarlas canutas. Denos un adelanto para ver si dan o no suficiente canguelo...
–Podrían ser el castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba, con las apariciones de la princesa Zaira; el hospital San Juan de Dios de Granada, con el fantasma de Frasquito, ese ser que avisa de la muerte de un paciente golpeando en la puerta de la enfermería; o la cripta de los Gálvez de Macharaviaya, en Málaga, donde se ha aparecido ante numerosos testigos una serie de figuras espectrales que la gente relaciona con la importante familia Gálvez, del siglo XVIII, mano derecha de Carlos III y embajadores en medio mundo. Esto es solo un aperitivo…
–¿Sólo fantasmas? Pensé que iba a referirse también a peligros más tangibles...
–En según qué lugares hay que andar con cuidado. Pero maleantes los ha habido y los habrá siempre: en el misterio, en la economía, en la política. No vale la pena hablar de ellos.
–En los últimos tiempos se vienen publicando una serie de libros de viajes donde se incita al lector a ir en busca de lugares misteriosos. ¿Por qué nos atrae tanto pasarlo relativamente mal?
–No nos atrae pasarlo mal, sino saciar nuestra curiosidad. Y esto no es nuevo. El ser humano, ya en la prehistoria, miraba al cielo y se hacía innumerables preguntas. La curiosidad es lo que ha hecho avanzar al hombre y, por extensión, a la ciencia. Y sentir curiosidad por lo que hay más allá de la muerte, o por lo que pueda existir en otros puntos del universo, me parece algo natural en la especie humana.
–¿Existe ya un turismo especializado en estos asuntos?
–En España está naciendo, y me alegro, ya que es una manera de transmitir información, de compartir historias, de comunicar, pero no a través de un libro o de una pantalla o de un programa de radio, sino a pie de calle. En otros lugares del mundo es habitual el turismo heterodoxo: las rutas de los castillos encantados en Escocia, la ruta de Nessi en el Lago Ness, la de Jack el Destripador en Londres. En nuestro país, como en tantas otras cosas, somos los últimos de la fila.
–Aunque su libro está escrito en clave andaluza, situándonos en Sevilla, ¿dónde localizamos los focos del terror?
–Curiosamente Sevilla, en contraste con otras ciudades, es muy propensa a los fenómenos extraños en edificios oficiales y en hospitales. Edificios como el Parlamento, la Facultad de Bellas Artes, la Diputación Provincial, el Centro Andaluz de Teatro, u hospitales como Virgen del Rocío, San Lázaro o San Cosme son focos de apariciones extrañas.
–¿En qué lugar de esta ciudad no pasaría una noche a solas ni en aras de la investigación?
-Los cementerios son lugares que siempre me impresionan de noche. Tal vez sentiría un buen cosquilleo en el estómago si pasara la noche solo en el Cementerio de los Ingleses.
–Las caras de Bélmez han sido uno de los mayores fiascos parapsicológicos que ha alumbrado el Sur ¿no?
–Una cosa son las “caras” originales, sobre las cuales no existen datos que hagan pensar que son un fraude. Más bien lo contrario. Fuerzas políticas pugnaron en su momento por ocultar su realidad y falsear información. Otra cosa son las “nuevas caras”, en las que yo no veo, en principio, un origen paranormal.
–¿Cuánto de peligro real y cuánto de efectos secundarios psicológicos puede engendrar, pongamos por caso, hacer en casa Ouija o intentar grabar psicofonías en el dormitorio?
–Hace años, visitando en Estados Unidos, vi que vendían en las jugueterías los tableros ouija en las estanterías para niños de 9 a 12 años. Me horroricé. La ouija no es un juego. Es un tablero que desata algo que desconocemos, que puede ser desde presuntas entidades hasta nuestro propio subconsciente. En cuanto a las parafonías, lo dejo siempre en manos de gente seria y preparada. Tampoco me parece recomendable para cualquiera que únicamente quiera pasar el rato. El resultado puede ser nefasto: obsesión, falsas percepciones, alteración de los estados mentales...
–¿Dará alguna vez su brazo a torcer la ciencia regalando algún hilo de rigor a este otro espacio paracientífico?
–En cierto modo, lo hace, ya que el mundo del misterio está plagado de científicos. Incluso existen universidades que han trabajado y están trabajando con cuestiones de las que antes la gente se reía, como la hipnosis o la percepción extrasensorial. Pero esto no lo sabe el gran público, y por eso se piensa que la ciencia está alejada del misterio.
ARRANCA LA 9ª SEMANA DEL MISTERIO EN EL BARRIO DE TRIANA
El Centro Cultural Don Cecilio, en la calle Castilla (frente a la Iglesia de la O), volverá a acoger desde el próximo lunes y hasta el sábado 16 la Semana del Misterio, que alcanza ya su novena edición. Se trata de una actividad compuesta por diferentes ponencias –en el noctámbulo horario de 21.45 a 23.30 horas– en las que se analizan diversos asuntos relacionados con temas sobre los que se tiene un escaso conocimiento científico. Anatomía de una aparición mariana, Los misterios de Sevilla, Guía secreta de América y Esoterismo y tarología son los títulos de algunas de las conferencias programadas los dos primeros días. El miércoles 13 Miguel Ángel y Jesús Pertierra ahondarán en el misterio de las experiencias cercanas a la muerte y el jueves 14 José ManuelFrías propondrá una guía de lugares donde pasar miedo en Andalucía. El director de la revista Enigmas, Lorenzo Fernández Bueno, junto a Juan José Revenga, hablará el viernes acerca de Dioses venidos del cielo y el sábado,Carlos Canales y Jesús Callejo, se adentrarán en el mitológico universo de las sirenas y los tritones. En las dos últimas jornadas habrá trucos de mentalismo a cargo de GuillermoDíaz. El precio por día es de ocho euros, aunque también existen abonos para acudir a todo el ciclo. Más información en el teléfono 954333336.
