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Sexo sin sombras

La novela erótica superventas ‘Cincuenta sombras de Grey' es una revolución para millones de mujeres, cuyas vidas sexuales han experimentado un revolcón.

el 28 dic 2012 / 20:17 h.

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Adictas y poseídas por Christian Grey ¿Qué les ocurre a las lectoras del best-seller de moda La inmensa mayoría de las ya más de 40 millones de enloquecidas fans de la trilogía Cincuenta sombras de Grey tienen las hormonas por las nubes y sueñan con ese dios del sexo y la belleza masculina: el protagonista de la obra, Christian Grey, nuevo mito erótico mundial.

Retratado como dominante, manipulador, sexi, multimillonario y tierno según la ocasión, Christian Grey es más que un fenómeno literario inventado por la británica de 49 años y madre de dos hijos Erika Leonard James. Grey es el icono sexual del momento aun siendo solamente un personaje de ficción. Lo sorprendente es que gusta a pesar de su afición por el sadomasoquismo, los azotes y la sumisión de las mujeres que le rodean. O precisamente por eso.

Probablemente sin quererlo, E. L. James, calificada como una de las 100 personas más influyentes del año según la revista Time, ha conseguido revolucionar tanto la vida sexual de algunas parejas como recrear las expectativas del hombre ideal de las solteras. Para muchos habrá sido la clave de su relación: ese empujoncito que les faltaba para perfeccionar sus encuentros nocturnos y pasionales. Pero para otros ha sido peor que una pesadilla.

'Revolución Christiana'
Es solo uno entre muchos casos el divorcio que solicitó una mujer londinense "maravillada" con las prácticas sadomasoquistas que relata el libro. Su marido, se quejó ella, era demasiado "aburrido" por no querer imitar las hazañas de Grey en la cama. Por lo visto, la demandante enloqueció con el protagonista de la obra y su habilidad para provocar múltiples orgasmos diarios a la joven protagonista, Anastasia Steele. Al querer imitar las aventuras genitales que cobran vida en la obra y ver que su pareja no daba la talla, bye bye fue todo lo que le dijo. Según recogió el diario británico The Daily Mail, Amanda McAlister, la abogada de la mujer, hizo pública la referencia lapidaria del exmarido a las Cincuenta sombras de Grey: "El maldito libro".

Esa británica no es ni mucho menos la única revolucionada. Un lector de El Periódico cuenta el caso de un matrimonio que ha sufrido algún que otro desajuste después de haber leído el libro. "Ya era un matrimonio con problemas", relata el conocido de la pareja, pero la gota que colmó el vaso fue "la aparición de Christian en sus vidas". Explica que "la mujer lo abandonó para buscar a su Grey", al que comparaba con su marido, e hizo que lo viera como "poca cosa". "Ahora ella se ha liberado" y se mete en actividades a las que antes no se atrevía: "Se junta con grupos de singles y sale de fiesta", añade.

Aunque no todo son problemas. Hay casos en los que la autora británica parece haber sido un elemento favorable. A más de una lectora le ha aumentado la libido y sus novios son ahora víctimas de una relación sexual más ajetreada que nunca. El mismo lector cuenta: "En mi trabajo hay otro afectado por la obra", pero es "diferente a los anteriores". "Tras la lectura de los tres libros -explica- unos amigos que son pareja hacen vida sexual casi diaria. ¡Mi compañero está perplejo!

Reconoce que no practicaba sexo con su mujer de forma tan activa desde que eran jóvenes".

Otro caso con final feliz es el de Silvia, una holandesa que tiene 29 años y la misma pareja desde hace siete. Cuenta que su novio está "completamente alucinado". "No es fácil pedirle a tu pareja de un día para otro que te ate a la cama y azote con cualquier cosa cuando está acostumbrado a hacerlo de forma más light". La joven admite que sus expectativas fueron en aumento a medida que se ha contagiado de la destreza de Christian Grey para dar placer a una mujer.

Comentarios en internet
Los internautas tampoco se quedan cortos con sus comentarios en las redes sociales: "Desde que leo la trilogía de Grey tengo una extraña dilatación vaginal"; "ahora soy mucho más exigente"; "una vez en el tren tuve que dejar de leer porque me puse demasiado caliente"; "me enganchó y devoré los tres libros a falta de poder devorar a Grey"; "Si viviera sola y tuviera algún amigo con derecho a roce a mano, no hubiera dudado ni un segundo en hacerle una llamada"; "no es que ahora quiera latigazos, pero algún azote sí"; "me encantaría tener sexo con Grey"; "solo lo leo por las noches, para tener sueños felices"; "¡por favor, hombres que me estén leyendo ahora. Comprad el libro y aplicad al menos el 90% de lo que aparece!". La lista podría seguir.

Existe una página web dedicada exclusivamente a hablar del libro y que, gracias a su foro, se ha convertido en un confesionario virtual de ideas y experiencias íntimas de las lectoras. Confiesatussombras.com recoge testimonios de lo más curiosos. Ante la pregunta que plantea una de las internautas "¿quién se ha masturbado después de leer 50 sombras ", las respuestas son claras y rotundas: «¡Más claro que el agua! Yo cada vez que acababa de leer no lo podía evitar", dice una. Otra confiesa que el libro la tiene "excitada todo el santo día".

La novela, que ha vendido más de 40 millones de ejemplares en todo el mundo, ha roto tabús y gran parte de los lectores revelan que se ha animado a explorar ese mundillo bondage, de ataduras y sumisión. Por eso, no solo las librerías, sino también los sex shops aplauden la labor que les ha hecho a E. L. James. El mercado de los juguetes eróticos tiene ya una gama especializada para las amantes de Grey. Todos los caprichos de Christian que aparecen en la trilogía tienen versión Cincuenta sombras.

"Llevaba pocos meses con mi chico cuando empecé a leer este libro. Tuve que dejarlo porque estaba influyendo en mi relación con él: cada vez le pedía más y más en la cama, hasta que vi que empezó a asustarse y a distanciarse", cuenta Laura, una lectora de 35 años. Y es que Grey ha logrado despertar en ella (y en muchas más) un instinto sexual que aún no había descubierto: "Antes teníamos sexo convencional, ahora quiero que me haga un poco de daño", revela.

Otra internauta que echa humo por Christian cuenta en Confiesatussombras.com: "Yo también me he apuntado al BDSM la práctica sadomasoquista de Grey, y mi vida sexual ha mejorado muchísimo. He conocido y experimentado cosas nuevas que sin leer el libro no hubiese probado nunca", apunta.

En una sesión de tuppersex basada en Cincuenta sombras de Grey y organizada por la Sex Academy de Barcelona a la que asistió la bloguera Venus O'Hara, experta en prácticas sadomasoquistas, desfilaron múltiples artilugios eróticos: bolas chinas, látigos, antifaces, fustas, esposas... Todos esos objetos aparecen también en las aventuras de Christian.

Práctica ‘bondage'
O'Hara, coautora del libro (junto a Erika Lust) Deséame como si me odiaras (Ilus Books), se plantea si James ha logrado reflejar correctamente la práctica bondage (sexo con ataduras), y cree haber detectado un grave error en la lectura: "Una persona tan controladora como Christian jamás querría a una sumisa en la cama. Todo lo contrario: él desearía ser el sumiso esta vez", conjetura Venus. "Cuando alguien es dominante en su vida cotidiana, en la vida íntima quiere ser dominado y humillado.

El sado funciona así. Es un juego de roles", aclara.

La experta subraya que es "una historia ficticia" y que por lo tanto no debe confundirse con la realidad. Reflexiona que, en el fondo, la autora sabe bien que un hombre dominante atrae más que uno que se deja dominar, pero eso no significa que a todos los hombres les gusta zurrar y a todas las mujeres, recibir.

La crítica y las mamás

Y cuando, tras meses de exaltación, el boom del libro de moda parecía haber amainado, la tormenta ha regresado con la confirmación de que habrá una adaptación cinematográfica. Las especulaciones vuelan y en Facebook se ha creado una página para votar al actor que encarnaría mejor a Christian. "Pon un Christian Grey en tu vida", se llama, y por supuesto, todos los candidatos son unos guaperas irresistibles.

Cincuenta sombras sigue los pasos de fenómenos superventas como El código Da Vinci, que tras arrasar en las tiendas pasó a la gran pantalla. Pero E. L. James comparte otra cosa con Dan Brown: la crítica literaria ha sido en general despiadada con sus narraciones. "Repetitivo" y "pobre" son algunos adjetivos sobre la novela y sobre Grey. También hay lectoras disconformes con que el libro forme parte del llamado porno para mamás, en el que el sexo se muestra desde el punto de vista femenino.

Una madre internauta publica en su blog: "¿Y este libro dicen que es para madres? ¿Qué pasa, las madres somos sumisas ¿Nos gusta que nos ordenen ¡Por favor! No logro comprenderlo". Otra dice que Christian le resulta una figura "machista", y la protagonista, una "joven tan tonta que merece que le peguen". En cuanto al público masculino, la mayoría opina que el libro es "malo, malísimo". Luis, de 31 años, lo tilda de "aburrido a más no poder" y lamenta que la autora "solo repite lo guapo que es Grey". Eso sí, el best-seller ha superado las ventas en Amazon de Harry Potter y ha provocado un baby boom:150 usuarias de la web Babycenter.com confiesan que sus embarazos están relacionados directamente con la novela de James.

"Hay que leerlo para entenderlo", concluye una lectora. Mientras que otra responde: "Tengo que decir que comentando la obra con una amiga llegamos a la siguiente conclusión: esto no es un libro para mujeres. ¡Es un manual detallado que todo hombre debería leer y aprender!".


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