Cultura

SFDK echa la mirada atrás

Blackbook es el título del documental en el que SFDK repasa 15 años en línea recta hacia la cima del hip hop español. Una historia narrada con humildad, pero desde la consciencia de quienes construyeron algo grande de la nada. El miércoles, el Lope de Vega los acogerá en el primer concierto sobre las tablas de un coliseo.

el 14 sep 2009 / 22:57 h.

Blackbook es el título del documental en el que SFDK repasa 15 años en línea recta hacia la cima del hip hop español. Una historia narrada con humildad, pero desde la consciencia de quienes construyeron algo grande de la nada. El miércoles, el Lope de Vega los acogerá en el primer concierto de un grupo rapero sobre las tablas de un coliseo.

"Puedes vacilar en las canciones, pero conservando un poco de estilo. Yo en la vida nunca he tenido mucho, de modo que nunca me ha gustado el que tenía y alardeaba de ello". Quien habla así es Saturnino Rey, más conocido como Zatu, el MC de este dúo de oro del rap sevillano que, desde el corazón de Pino Montano, tuvo que inventar una forma de entender la música y la vida que no existían en España. "Entonces no había un futuro, las metas eran todas a muy corto plazo, pero recordamos los comienzos como lo más bonito. Te da mucho que pensar, alucinas viéndo cómo ha cambiado todo", apunta.

Blackbook supone, en este sentido, un minucioso recuento de los escalones que Zatu y Óscar Acción Sánchez fueron subiendo desde que se conocieran azarosamente en una discoteca para menores -la extinta sala Alcázar-, donde descubrirían el germen del hip hop de la mano de gente como Vanilla Ice o KIF, hasta los grandes éxitos del grupo, pasando por episodios tan llamativos como aquel viaje en bici de Sevilla a Málaga que hicieron en busca de cómplices que compartieran sus gustos. "Hoy no llegaría ni a la mitad del camino, no estoy tan atlético", se sonríe Zatu.

A su lado, Óscar asume que fueron en cierto modo pioneros, si bien "había ya en Sevilla tres o cuatro grupos, de los que aprendimos. Poco a poco fuimos participando en una creciente red de amantes del hip hop que se extendía por Zaragoza, Barcelona, Madrid, Barcelona y Alicante", comenta el dj.

¿Qué hizo a SFDK diferentes desde el primer día? "La constancia", dice Óscar sin dudar un segundo. "Apostar por nuestro proyecto, tener nuestra identidad como grupo, hacer las cosas a tu manera... Y supongo que, cuando a tanta gente le gusta, algo tendrá también la música que esté guay".

Grabaciones, conciertos, evoluciones diversas, curiosidades como los anuncios que grabaron para el centenario de cervezas Cruzcampo, todo ello puede seguirse en las imágenes de Blackbook, pero también malos momentos, como cuando Zatu y Óscar vivieron juntos en muy precarias condiciones, casi al borde de la ruina. "Ésa época que vivimos en Pino Montano fue dura, lo pasamos mal, apenas nos alcanzaba para comer, pero uno no puede evitar sentir una cierta añoranza de entonces", dice Zatu.

Respeto. "Sin embargo, nunca pensamos en tirar la toalla, nunca quisimos dejarlo", asevera Óscar. "Es cierto que no sabíamos qué ibamos a hacer, no veíamos un duro, ya teníamos una edad y recibíamos la presión de nuestro entorno, de nuestra familia... Era el momento de preguntarnos: ¿nos tiramos al barro? Yo soy muy cabezón, y estaba convencido de algo: si crees en ti, si sientes pasión, si conservas tu fe, llegas adonde te propongas".

Además de viejas grabaciones en vídeo y conciertos de todo tipo, el contenido del DVD se enriquece notablemente con intervenciones de destacados representantes de la escena nacional del hip hop como DPC, Rayka -Hablando en Plata-, Jefe de la M, Fernando Novi -de la oficina de management Wild Punk-, Tote King, Juaninacka, Puto Largo -Dogma Crew-, Kase O -Violadores del Verso- y Puto Loko -H Mafia-, entre otros. Asimismo, el menú contiene el concierto íntegro que ofrecieron en el MTV Week Barcelona 2007, al que asistieron más de 10.000 personas.

Otra de las cosas sorprendentes en SFDK es el respeto radical, cuando no se trata de franca admiración y cariño, que promueven a su alrededor. No hay compañero de oficio que hable mal de ellos, y resulta llamativo que el dúo se muestre impermeable a las envidias que suscita cualquier éxito en España. "Como todo el mundo, habrá quien no le parezca bien algunas cosas que hacemos, pero con la peña con la que desde el principio hemos tenido algo en común somos transparentes y nada conflictivos", explica de nuevo Zatu. "Quizá todo consista en no negar lo que has vivido y mantener viva la llama".

En directo. Este miércoles (21.00 horas), el Teatro Lope de Vega acogerá la presentación de Blackbook y el primer concierto de SFDK con una banda. Como merece la ocasión, los invitados son de lujo: varios vientos de La Banda de la María, Pepe Bao al bajo, El Pájaro a la guitarra, Carmelo a los teclados... "Todos son amigos y se han implicado a saco", dice Óscar.

Empresarios. Entre tanto, SFDK prepara el lanzamiento de su propia línea de ropa, Lealty, que junto a los buenos resultados de su discográfica SFDK Records convierte ya esta comunidad de amistad e intereses en casi un emporio. "He hecho de transportista, de montador de muebles... No se me caen los anillos, y menos cuando se trata de trabajar para ti", comenta Zatu.

¿Podrá alguna vez el empresario desplazar al artista? Óscar lo niega tajantemente: "de vez en cuando lo hablo con Zatu, y tenemos claro que para nosotros lo primero siempre va a ser la música. Soy rapero, productor, dj, y no quiero olvidarme de dónde vengo. Como ahora no estamos preparando disco nuevo, podemos dispersarnos en estas cosas, pero en cuanto tengamos que componer y grabar, todo nuestro esfuerzo será para la música", garantiza.

"Es paradójico que la industria del hip hop esté consolidada en el preciso momento en que la industria discográfica está acabándose. Costó mucho al principio asimilar una música que venía de otra cultura y adaptarla a nuestro aire, porque el contexto tenía que ser de aquí. No fue fácil que dos o tres compañías independientes empezaran la movida, hasta que alrededor del 99 o el 2000 surgieron ya sellos independientes de los independientes...", recuerda Zatu.

"Ahí cayó mucha gente, pero el espíritu que nosotros hemos intentado inculcar a las generaciones de chavales que venían detras es: hay que subir ahí, coger el micro y demostrar lo que vales, pase lo que pase con el mercado, aunque es inevitable preguntarnos qué habría pasado si este auge nos hubiera pillado siete u ocho años atrás".

Cuando se les pide que traten de imaginar a SFDK dentro de otros 15 años, Óscar se resiste: "Nunca hemos hecho pronósticos, lo nuestro ha sido ir paso a paso, una maqueta, un disco, una gira, otro disco... Dentro de diez años puedo imaginarme muchas cosas, pero prefiero no llenarme de pajaritos la cabeza", apostilla.

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