Pasó de ser la empollona de clase a reina de la belleza. De actriz de serie B a rubia gélida de moda. Por el camino, Sharon Stone ha dejado una fama difícil, una retahíla de rumores que aún alimentan tabloides y contratos multimillonarios con firmas de belleza.
Con cuatro nuevos filmes a punto de estrenarse, este puede ser el año en el que la eterna asesina del picahielos de Instinto Básico nos recuerde que, además de la última gran estrella al estilo de Hollywood, es también una gran actriz que según ella, nunca ha visto porno: "No me interesan las experiencias sexuales de los demás, solo las mías".
A punto de estrenar cuatro películas este año y todavía siendo un sex symbol requerido para firmas de cosméticos y campañas de moda, Sharon se revela como una mujer con inteligencia endiablada y el genio que se espera de la última gran estrella de Hollywood del siglo XX aunque confiesa que "llegué a querer tirar la toalla, pero mis padres me obligaron a seguir intentándolo."
La fama de diva exigente le acompaña, pero Sharon Stone tiene muchas más caras. En la entrevista que concede en exclusiva a Vanity Fair España se revela como una montaña rusa capaz de detener la entrevista en seco con una mirada gélida y, cinco minutos después, abrir su corazón para hablar de su padre fallecido hace cuatro años, de los episodios de acoso que sufría en la escuela, o de sus hijos: "Tener un hijo es como tener un bolso. Puedes ir a cualquier sitio con él, en cualquier momento, es tranquilo y sencillo. Dos es dulce. ¡Tres, un circo!". Y como punto de partida afirma: "Aún no he conseguido unir a la Sharon Stone que aparece en las marquesinas y a la mujer real que soy".
En la entrevista para Vanity Fair, la actriz rememora a su padre: "Mi padre era más un humanista que un feminista, un hombre del campo que no había visto mundo. Juzgaba a nuestros vecinos gays hasta que yo le presenté a algunos que eran amigos míos. Empezó a invitarlos a pasar temporadas a casa con mamá y se los llevaba a remar, a caminar por el monte, a usar una escopeta..."
Se muestra como una ávida lectora capaz de leer a los clásicos y también 50 sombras de Grey, que descubrió y recomendó a sus amigas mucho antes de que se convirtiese en un 'bestseller'. "El sometido es siempre quien lleva el poder. No es la víctima, es el que marca el ritmo" dice la actriz respecto al libro.
También se presta a hablar sobre Martín Mica, su novio veinteañero, del que declara que pese a su juventud es "un intelectual" y además afirma que "hay un nuevo paradigma en el que puedes estar con quien te apetezca. A veces, es otro hombre u otra mujer. O alguien mayor o más joven".
Sharon Stone continúa contando que Eileen Ford en persona le dijo cuando era una aspirante a modelo: "Tienes algo, ¡pero me gustaría lanzarte por las escaleras y quitarte la grasa del culo!". Y es que sus recuerdos de aquella época no son demasiado gratos. "Un doctor me ponía una inyección de Dios sabe qué en el muslo todos los días... ¿En qué estaría yo pensando?".
Además, Stone habla de su proceso de adopción y su preferencia por hacerlo con niños americanos. "No necesitaba a uno de Camboya", afirma irónica. "Jamás diría nada malo de la gente que adopta a nivel internacional, pero también tenemos millones de niños sin casa aquí en Estados Unidos".
Otra de las pasiones de Sharon son los toros: "Me gusta la tauromaquia porque a veces tú pillas al toro y otras veces el toro te pilla a ti. Puede ser anticuado, tribal y primario, pero da una lección profundamente conmovedora".
Sin ninguna duda una entrevista que nos permite conocerla en otros aspectos de su vida, aspectos hasta ahora desconocidos y que se han escondido a través de la gran pantalla.
