La Consejera de Justicia, Evangelina Naranjo, comunicó ayer formalmente la decisión de la Junta de Andalucía de construir la Ciudad de la Justicia en el suelo de Los Gordales, junto a Los Remedios, donde inicialmente se diseñó en el Plan General de Ordenación Urbana, descartando así la decisión tomada por su antecesora, María José Lópéz, quien intentó situar el complejo judicial en terrenos de la Autoridad Portuaria.
Naranjo y su equipo, en una estrategia marcada por el sentido común, han escuchado a todos los actores afectados y han deshecho los nudos que condenaban al proyecto a una zozobra sin remisión, fruto de las urgencias electorales y el más mínimo rigor en la planificación. Con una herencia que no se adivinaba como la mejor de las posibles, la nueva consejera ha sabido escuchar y lograr el consenso de todo el ámbito judicial.
El espaldarazo definitivo al golpe de timón del proyecto vino dado por el acuerdo plenario por unanimidad de todos los grupos políticos sevillanos de solicitar la infraestructura en los terrenos de la actual Feria de Abril pese a que Patrimonio del Estado mantiene un litigio contra el PGOU a cuenta del recorte en la edificabilidad de su parcela en la zona.
Naranjo reconoció ayer que, pese al litigio, se hubiera podido iniciar la construcción del complejo en la anterior legislatura, por lo que no se habrían perdido los diez meses transcurridos desde que la anterior consejera confirmó el traslado al Puerto sin pliego de condiciones ni documento técnico alguno que avalara tal decisión. Los plazos, siendo importantes, no son en esta ocsión lo fundamental.
Ha sido esencial el diálogo y el consenso para poner a todos de acuerdo en torno a un gran proyecto que nunca debió salir de Los Gordales y que ahora debe convertirse no sólo en un referente arquitectónico, sino en una gran oportunidad para reconciliar al Guadalquivir con su ciudad. Es de justicia.
