No se le ha pasado por la cabeza dimitir por este incidente. Hay cosas más importantes en la hermandad todos los días del año. Reconoce que su cofradía se ha podido equivocar y por ello ya le ha presentado las oportunas disculpas en privado a su homólogo de La Lanzada. Cree que se le están dando más vueltas a este asunto que las que realmente merece y mantiene que si el misterio de los Panaderos hubiera ido sin música hasta la altura del pasaje de Villasís, la percepción de todo lo ocurrido habría cambiado mucho. Ildefonso Martínez no tuvo el pasado Miércoles Santo el estreno soñado como hermano mayor de Los Panaderos. El abucheo del público a su hermandad por taponar el recorrido de La Lanzada cree que ha sido fruto, en buena parte, de los juicios de valor emitidos en caliente y sin tener datos por los medios de comunicación.
La Cruz de Guía de la Lanzada y la Virgen de Regla.
Estamos haciendo de la Semana Santa algo que no es, convirtiéndola en una cuestión mediática cuando esto es mucho más serio. Ahí sí tenemos la culpa creo que todos. El público tiene que tener claro lo que está viendo. Esto no es un partido de fútbol, en el que si algo no me gusta, me dedico a pitar, razona. El mandamás de la cofradía de la calle Orfila defiende que son las dos cofradías afectadas y el Consejo los que tienen que arreglar la situación. En defensa de su hermandad alega que sólo emplearon media hora en recoger toda la cofradía, maniobra en la que un Miércoles Santo normal se tarda alrededor de hora y media, de ahí que mantenga que sería imposible gestionar un problema así en menos tiempo.
Y lo razona:Si el paso de Cristo hubiera ido sin música hasta el pasaje Villasís, no habría pasado nada. La calle Orfila es como es y nuestra capilla tiene las dimensiones que tiene, de ahí que todos los años tengamos que proceder a desalojar la calle para que entren los pasos. Para ello, todos los años la hermandad habilita mediante vallas dos pasillos para el desalojo de nazarenos y bandas de música con salidas hacia la calle José Gestoso y la plaza de Santa Marta. Al decicir repentinamente la cofradía suspender su estación de penitencia estos pasillos no estaban habilitados. Es más, la calle Orfila tenía taponada su salida hacia San Andrés, lo que obligó a la Policía a abrirles paso a las 1.200 personas que componían el cortejo panadero este año. Un poco antes o después, el Cristo tenía que haber parado donde paró, a la altura del pasaje de Villasís, para desalojar la calle Orfila. La Cruz de Guía de la Lanzada llegó al cruce de Cuna y Laraña cuando pasaba entre el quinto y el sexto tramo de nuestro Cristo. Y fue ahí cuando, a la vez que seprocede a un relevo bajo el paso, dos nazarenos de La Lanzada se acercan a la presidencia para comunicarnos que estaban allí esperando. A partir de ese momento, y por respeto, lógicamente huelga la música. La Cruz de Guía de la Lanzada no estuvo parada más de 15 minutos.
Ildefonso Martínez no quiere entrar a discutir a qué hermandad correspondía la prevalencia de paso en una situación como la que se originó el Miércoles Santo:si a la hermandad de la Lanada, que regresaba a su hora por el itinerario marcado, o a la de Los Panaderos, que había decidido suspender su estación al comenzar a llover y retornaba a su capilla en un horario inusual. No sé si eso está escrito en algún lado. A mí la preferencia de paso me la otorga el Consejo, que es el que me abre el pasillo de sillas y me dice que pase por delante. Hay quien argumenta que en caso de extrema necesidad a causa de un aguacero, la hermandad podría haber optado por apartar a su cuerpo de nazarenos a ambos lados y dejar así el camino expedito a los pasos. A ello el hermano mayor de los Panaderos replica que la cofradía sacaba este año cerca de 250 niños de edades inferiores a los 12 años, que a esa hora aún se encontraban en su gran mayoría participando en el cortejo, por lo que se decidió extremar el control y darle prioridad al cuerpo de nazarenos y especialmente a este gran cantidad de pequeños.
Ildefonso Martínez asegura que lo que ocurrió en la esquina de Cuna y Laraña, que una cofradía tenga que sufrir el parón de otra, sucede todos y cada uno de los días de Semana Santa 20 metros más abajo, en la Campana. Ocurrió en la propia Campana durante la Madrugá, cuando Los Gitanos sufrió una mojada impresionante porque había acumulado un retraso de 40 minutos. ¿Eso no es lo mismo que lo que ha ocurrido en la calle Orfila?.
EL CONSEJO DE COFRADÍAS, DISPUESTO A TOMAR MEDIDAS
El Consejo de Cofradías parece dispuesto a tomar medidas para que situaciones como la vivida el Miércoles Santo no vuelvan a repetirse. De momento, la institución de la calle San Gregorio está elevando las consultas pertinentes y recabando información sobre lo acontencido ese día en la esquina de Cuna con Laraña. La intención del Consejo es citar a ambas hermandades para que exponan sus versiones, al tiempo que escuchar a cuantas personas (fiscales, capataces, diputados mayores de gobierno, hermanos mayores, etcétera) participaron en estos hechos.
El Consejo rehúye tomar una decisión en caliente, aunque sí parece dispuesto, con los estatutos en la mano, a depurar las responsabilidades que originaron este incidente que concluyó con el abucheo parte del público a la conducta de la hermandad de los Panaderos.
Por su parte, el hermano mayor de La Lanzada, Juan Antonio Pérez Tarascó, asegura que en estos casos hay que actuar como cristianos y realiza una llamada a la reconciliación. Las hermandades tienen que ser conscientes de que tenemos muchísimas personas por detrás y que ahora mismo tenemos muchas luces enfocándonos, por lo que nuestro comportamiento debe ser ejemplar. Las dos hermandades, algunas con más de 400 años de historia a sus espaldas, no podemos tirar por la borda todo este bagaje por un incidente como éste, añade.
El responsable de la cofradía de San Martín niega que existieran enfrentamientos entre nazarenos esa noche. Entiende que la prevalencia de paso debería haber correspondido a su hermandad y cuando se le pregunta si van a exigir disculpas públicas de los Panaderos, responde:¿Qué voy a pedir por un parón en el que gracias a Dios no se han producido daños personales ni tampoco materiales?. Pérez Tarascó cree que el asunto debe ser abordado con calma por el Consejo para que incidentes como éste no se repitan en el futuro.
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