La delegación de Fiestas Mayores está dispuesta a atajar la inseguridad de las calles en la Madrugá. Tras la petición elevada por las seis hermandades del día en la que solicitaban que se aumentaran las medidas de seguridad en su estación de penitencia, la delegada, Rosamar Prieto Castro, afirmó ayer que "lo que haya que reforzar se reforzará".
Las cofradías habían solicitado a las autoridades municipales, por medio del delegado de su jornada, Vicente García Caviedes, que el número de policías que acompañan a sus cortejos en cada Madrugá se incrementen en unos diez efectivos por cofradía para evitar posibles incidentes. La petición estaba basada en los disturbios ocurridos el año pasado, que provocaron más de un susto, y que han llevado a las hermandades a pedir más seguridad de cara a su próxima estación de penitencia.
Prieto-Castro recogió la solicitud de las cofradías pero indicó que "la Semana Santa tiene más policías en la calle de lo que parece". Con respecto a los incidentes ocurridos el pasado año, la delegada quiso aclarar que "se quedaron en un conato no por arte de magia, sino porque hay seguridad", así que, añadió, "no creo que desde las hermandades se tenga un concepto de la seguridad tan insuficiente".
Junto al esfuerzo municipal, la edil de Fiestas Mayores solicitó a las cofradías una mayor colaboración en materia de seguridad durante la Madrugá, pues "es un tema que tienen que trabajar tanto la ciudad como su gobierno". Con el refuerzo de la seguridad, las cofradías buscan también recuperar al público de otras épocas que acudía a disfrutar del paso de los cortejos y que ha cedido su lugar en los últimos años a unos grupos menos respetuosos. Una realidad social de la que es consciente Fiestas Mayores, que incidió ayer en que en la Madrugá hay mucha gente en la calle desde por la mañana "y no todos están dedicados a la vida contemplativa".
