¿Pueden las fuerzas de seguridad valerse de las redes sociales para ayudar a la población en situaciones de emergencia? Este ha sido el hilo conductor de unas jornadas organizadas por la Asociación profesional de gestores de emergencia y seguridad , celebradas esta semana en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
A estas conferencias han asistido representantes de Vodafone, RIM (Blackberry), Securitas y 112, así como programadores de aplicaciones para dispositivos, investigadores y personal de emergencias.
En el encuentro se ha valorado la posibilidad de que las fuerzas de seguridad y emergencias puedan hacer uso de las redes sociales e intregarlas como sistema de comunicación por su eficacia y los múltiples valores añadidos que genera.
En el foro se han planteado dos lineas: inmiscuirse en las actuales redes sociales (socilitar colaboración ciudadana, localizar testigos, investigar personas en requisitoria...) y poner en marcha una propia.
La red social propia que plantean los expertos ha de tener las siguientes características: Que se adapte según la evolución de las propias redes sociales, que tenga una parte pública (referida a visibilidad) y otra privada para el desempeño de labores profesionales concretas (esta parte privada requeririría de una estricta certificación digital), que esté adaptada a los dispositivos en movilidad, que pueda pueda crear canales para eventualidades específicas (una catástrofe por ejemplo), también canales de formación profesional y que sea compatible con el resto de redes sociales (esto último es complicado debido a la fragmentación excesiva y a la ineficiencia de las APIs que permiten interconectar distintas plataformas de software).
Además deberá ser escalable, automatizable y descentralizable para poder cubrir grandes emergencias. Están estudiando experiencias anteriores de apoyo público en catástrofes a través de la Red, como los incendios de California en octubre de 2007, ataques en Mumbai de 2008, incendios en el estado de Victoria, Australia, en febrero de 2009. En todas ellas, las plataformas de nanoblogging como Twitter cobraron especial relevancia.
A lo largo de las jornadas se han presentado dos software de gestión de emergencias: el principal es Sahana , de código abierto, fue creado (con el principal apoyo del gobierno sueco) tras la tragedia del Índico en 2004 para ayudar al gobierno de Sri Lanka. Permite el registro de desaparecidos, organizaciones, albergues y recursos, tiene un sistema de petición de ayuda en movilidad que es capaz de analizar la situación teniendo en cuenta todos los parámetros, y proponer soluciones. El otro es Microsoft Vine, de código propietario y en fase beta.
Geolocalización. Una de las palabras más repetidas en todas las intervenciones. Ya no sólo la antigua triangulación de antenas; la incorporación masiva de GPS e Internet en los dispositivos móviles abre puertas a la distribución y uso en aplicaciones de la posición geográfica exacta: lo cual es muy interesante para los servicios de emergencias como el 112 que tiene la posibilidad de recibir avisos con coordenadas adjuntas (y demás información útil como videoconferencia). Todas las partes se pusieron de acuerdo en que hacen falta unos mínimos estandarizados y exportables a todos los dispositivos, aplicaciones y servicios.
Aplicaciones e infraestructuras concretas. Durante toda la mañana se fueron presentando diferentes soluciones a las que se les está realizando un seguimiento, que tienen potencial para mejorar la detección de peligros, comunicación de emergencias o despliegue de medios.
Sensores de todo tipo: Centran la atención en detección de olores concretos, la cuestión más compleja, la discriminación entre muchos olores diferentes: para ello se utilizan sistemas de terminaciones especializadas en recepción de perfiles químicos concretos.
Detección facial avanzada y de objetos: Cámaras de videovigilancia de reconozcan personas y objetos concretos, mediante la conexión a bases de datos con perfiles de reconocimiento.
Control de libertad vigilada y alejamiento judicial: Mediante tobilleras con geoposicionamiento y conexión.
Sistemas de prevención y alerta de incendios: Controlar grandes zonas con varios cientos de sensores de humo y calor conectados vía satélite, energéticamente autosuficientes (fotovoltaicas).
Satélites de bajo coste: Debido a la demanda creciente de comunicaciones satelitales, se plantea la posibilidad de incluir los transponders en globos aeroestáticos a 5.000 o 6.000 metros. Se tienen experiencias previas en Afganistán (durante la guerra), el gobierno peruano ya tiene proyectado utilizar este sistema para proporcionar Internet en la selva.
Sistemas expertos embebidos, inteligencia artificial, desfibriladores semiautomáticos, telecontrol de vehículos, control avanzado de acceso a edificios, buscadores semánticos, helicópteros de bajo coste, detección de emociones, traductores en movilidad... respecto al entusiasmo suscitado, Javier Blanco, de la comisión permanente de la asociación dijo que "la tecnología salvará más vidas pero hay que avanzar sobre seguro (...) no podemos hacer experimentos".
Tooio. Tooio mobile es una empresa española que desarrolla y comercializa una red social centrada en la geolocalización. Su director, Iván Gómez apuntó que no pretenden competir con Facebook o Tuenti sino complementar esas grandes redes mediantes sus APIs (software que interconecta diferentes plataformas). Tooio ofrece contenido local a través del móvil y permite contextualizar los contactos geográficamente, presenta otros valores añadidos como la experiencia llevada a cabo en la semana santa sevillana de este año, en la que el usuario podía seguir en directo la posición de los pasos. Pasaron de 1.000 a 4.000 usuarios sevillanos en ese intervalo.
