Local

"Si me apura, los rectores hemos pecado de exceso de responsabilidad institucional"

Acaba de estrenar su despacho de rector de la Olavide y se enfrenta al que sin duda será el curso más difícil, con más recortes y una falta de liquidez apabullante.

el 01 oct 2012 / 20:42 h.

TAGS:

-¿Le sorprendió la carta del rector de la Universidad de Sevilla en la que se quejaba a la Junta de su falta de respuesta ante los problemas de tesorería que padecen todas las universidades?

-Se veía venir. Yo entiendo ese comunicado como un ejercicio de responsabilidad por parte del rector hacia su comunidad universitaria. Y creo que vendrán más misivas como ésta. Los rectores y las universidades estamos ya muy cansados.

-¿Se sienten engañados o estafados por la Junta de Andalucía?

-No se trata de una estafa. No usaría yo esa palabra. Lo que hay es una cierta desesperación. Puedo entender que, en una situación de emergencia como la que vivimos, la Junta atienda las prioridades más urgentes, pero es incontestable que la falta de dinero nos afecta a todos. En las universidades, esa falta de recursos se traduce en una decepción porque no podemos funcionar con normalidad. Pero que conste que entiendo que el margen de maniobra de la Junta es muy pequeño. Por eso no tengo la sensación de que nos toman por el pito del sereno.

-Todo apunta a que el Gobierno andaluz va a pedir un rescate por valor de 5.000 millones de euros. ¿Tienen el compromiso de que serán de los primeros en cobrar?

-No, pero sí hay una hoja de ruta que pasa por tres momentos. El primero de los asaltos ha sido el compromiso de liberar inmediatamente 25 millones de euros. No se han cumplido nuestras expectativas, pero el uno es más que el cero. Una vez llegue el dinero del Fondo de Liquidez Autonómica, tenemos el compromiso de que recuperaremos el nivel de transferencias. De esta manera, no solo se garantiza nuestra supervivencia sino un funcionamiento ordinario. La situación se aliviará. Más a largo plazo, la Junta nos plantea reformular el sistema de financiación. Y en una cosa estoy de acuerdo con la Junta: la premisa de ese nuevo modelo de financiación no puede ser volver a la alegría de los años anteriores a la crisis.

-¿Han pecado los rectores y las universidades de ser condescendientes con el Gobierno andaluz, esperando quizás demasiado una respuesta a sus graves problemas de tesorería?

-Las universidades y sus rectores han ejercido una actitud de responsabilidad institucional. Hemos mantenido siempre una confianza razonable en que nuestras peticiones iban a ser atendidas y que no se iba a llegar a este nivel de parálisis. Además, le hemos ido trasladando puntualmente la información a la Junta. Hemos alertado en multitud de ocasiones. Lo que no hemos querido es hacer de esto una bandera incendiaria. Los rectores velamos por los intereses de nuestras comunidades universitarias pero con responsabilidad. Si me apura, hemos pecado de un exceso de responsabilidad institucional. Ahora es el momento de trabajar en soluciones.

-¿Alguna universidad ha llegado a plantear a la Junta el cierre ante esta situación?

-Entre nosotros sí pero como expresión máxima de impotencia. Lo podemos haber mencionado. Pero los rectores no pueden plantear esta opción en serio. Si no lucháramos por este servicio público, estaríamos decepcionando mucho a la sociedad. Nuestra responsabilidad es también seguir ofreciendo un servicio y hacerlo con la mayor calidad de la que seamos capaces.

-En los próximos días, la Olavide tiene que aprobar su plan de ahorro.

-En esta misma semana. No quiero adelantar cifras por respeto a la comunidad universitaria, pero para que se entienda: de la cantidad de dinero que queda por gastar del presupuesto de 2012 vamos a quitar en torno a un 20%. Créame, eso son muchos millones.

-¿A qué partidas va a afectar ese plan de ahorro?

-A todas: consumo, suministros, protocolo, plan propio de investigación... Lo más importante es que todavía no hemos tocado el empleo estable. Desgraciadamente, no hemos podido renovar contratos por obras y servicios y de profesores asociados o a tiempo parcial. Pero nadie puede decir que estos son despidos.

-¿Cuántos profesores ha perdido la Olavide este curso?

-En torno a medio centenar. Pero la mayoría es por un efecto concreto: la desaparición de asignaturas y créditos por la extinción de licenciaturas.

-¿Prevé protestas?

-El curso va a ser movido, pero hay que entenderlo. El servicio se presta gracias a muchos sacrificios personales. Si la gente no protestara, yo me iría de España. Los universitarios entienden lo que pasa en la calle, son conscientes y asumen con responsabilidad que esto es lo que toca. La gente está a la altura de las circunstancias porque, al final, más mal que bien, tenemos garantizado un sueldo.

-Las matriculaciones no están cerradas pero ¿qué indican los primeros datos que tienen encima de la mesa?

-Hasta marzo-abril no podremos hacer un informe. Hay mucha gente que fracciona el pago. Hay muchas familias que lo van a intentar pero no sabemos si van a poder afrontar o no el segundo de los pagos. Ahí tendremos los datos reales. La preocupación de todas las universidades es grande.

  • 1