Local

Siempre nos acordaremos de este 2008

Si algo le faltaba a este 2008 que agoniza para que lo recordemos como uno de los peores de nuestra existencia, ahí está el postre final, servido como un plato de sangre, que diría Pablo Neruda, de los horrores sucesivos que están ocurriendo en Gaza, después de que Hamás prendiese de nuevo la mecha para que Israel respondiese con un grado de crueldad bélica...

el 15 sep 2009 / 20:33 h.

Si algo le faltaba a este 2008 que agoniza para que lo recordemos como uno de los peores de nuestra existencia, ahí está el postre final, servido como un plato de sangre, que diría Pablo Neruda, de los horrores sucesivos que están ocurriendo en Gaza, después de que Hamás prendiese de nuevo la mecha para que Israel respondiese con un grado de crueldad bélica difícilmente justificable por la opinión internacional.

Ha sido el año, sobre cualquier otra consideración, de la crisis financiera que se ha llevado por delante a algunas de las empresas que pasaban por solventes y a bancos de inversión que hasta ayer mismo eran el paradigma de la fiabilidad. Por mucho que se ha tratado de explicar el pecado original de esta hecatombe global, nos quedaremos sin saber por qué el efecto dominó ha hecho que uno de los sólidos (es un decir) pilares del sistema capitalista se haya venido abajo como un castillo de naipes.

Cuando hace cerca de siglo y medio Marx escribió su celebérrimo tratado de economía política mal podía haber imaginado el padre del socialismo científico que su premonitoria teoría del plusvalor se iba a ver sobrepasada y quedaría hecha trizas por los salteadores de caminos que como Madoff dieron con la fórmula magistral que El Capital no recogía: la estafa pura y dura a escala superlativa y planetaria.

También nos acordaremos de 2008 como el año en que se disparó el desempleo, consecuencia directa del párrafo anterior, y seguramente como el inicial de una secuencia ¿larga? en que millones de personas en todo el mundo no encontrarán trabajo. Por lo que se refiere a España, ningún analista de prestigio ha sido capaz de aventurar que el año que mañana comienza traerá algún remedio a esta desgarradora situación para tantas familias. Muy al contrario, parecen todos de acuerdo en un empeoramiento a cuyo final nadie pone fecha.

Si como parece nuestra economía ha entrado en recesión en los últimos meses de este fatídico 2008, según vino a confirmarlo ayer el vicepresidente Solbes y el Banco de España, las esperanzas de mejoría del enfermo se difuminan en el horizonte y aunque las medidas del Gobierno son razonablemente positivas no dejarán de ser paños calientes aplicados como meros paliativos. Acaso por ello sea más necesario que nunca atender el llamamiento del Rey para tirar del carro todos a una.

No podría terminar esta despedida al 2008 sin una coda final de carácter local, y seguramente menor al lado de las que son objeto de este artículo. A los muchos males que Sevilla padece con el peor Alcalde de la Democracia, añadamos, y no por su culpa, el hundimiento que se tragó literalmente un quiosco en el Cristina. Tan esperpéntico suceso ha servido de nueva coartada para retrasar sine die la inauguración del Metro. Pero menos mal que el señor Monteseirín se ha comprometido a que entrará en funcionamiento en el primer trimestre de 2009. Sin que sea nuestro propósito poner en cuestión la palabra del regidor, reparemos en la fecha en que lo dijo: 28 de diciembre.

Periodista

gimenezaleman@gmail.com

  • 1