Hay una meta común en todos los inmigrantes: buscan una vida mejor. No siempre lo logran y el Gobierno cuenta con un programa de retorno voluntario para ayudar a quienes optan por volver a su país. Desde 2003 se han acogido 4.850 personas, 160 en Andalucía. Ante la desaceleración económica, se prevé potenciar estas medidas.
La motivación laboral es la principal causa de la inmigración porque un empleo supone el primer paso a una vida digna. Pero en momentos de ralentización económica, el empleo se resiente y aquellos cuya situación laboral es más frágil, son las primeras víctimas. Por eso, en su discurso de investidura, el presidente del Gobierno planteó propuestas para ayudar a regresar a su país los inmigrantes que se vean afectados por la desaceleración, con medidas como microcréditos o facilitarles el cobro en un plazo único de la prestación por desempleo para usar ese dinero en emprender una actividad en su país. Propuestas que el nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, espera concretar a la luz de un informe económico y jurídico sobre el desarrollo del programa de retorno voluntario existente actualmente que prevé presentar a finales de mes al Consejo de Ministros.
El programa actual está dirigido a inmigrantes extracomunitarios (también a refugiados, desplazados o solicitantes de asilo), que lleven al menos seis meses en España -en situación legal o no- y carezcan de recursos para regresar a su país por su "situación de carencia o vulnerabilidad social".
Entre 2003 y 2007 se han acogido a este programa 4.850 personas, 4.603 inmigrantes y 247 solicitantes de asilo por diversos motivos, según datos del Ministerio, que desarrolla este programa a través de las ONG Cruz Roja, Cáritas, Rescate, ACCEM, Movimiento por la Paz (MPDL) y la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
Comunidades como Cataluña, Madrid o Valencia tienen además programas específicos en colaboración con estas ONG, pero no Andalucía. No todas las ONG desarrollan el programa en todo el territorio nacional (Cáritas sólo lo tiene en Barcelona y Alcalá de Henares o Rescate en Madrid, Valencia y Castilla La Mancha).
Sí trabaja en toda España la OIM. Según sus datos, desde 2003 se han acogido al programa de retorno voluntario 160 inmigrantes asentados en Andalucía, un 2,9% los solicitantes de todo el país. Las cifras reflejan una tendencia al alza. De hecho, en 2007, el número de inmigrantes que buscaron ayuda para regresar a su país desde Andalucía (53) duplicó el de 2006 (26), frente a una evolución más homogénea -con la excepción de la escasa repercusión el primer año- en ejercicios anteriores (27 en 2005, 29 en 2004 y 9 en 2003). En lo que va de este año, la OIM ya ha atendido a 16 usuarios de Andalucía.
Situación límite. Inmigrantes indocumentados -entre ellos, mujeres solas con hijos pequeños- que llevan más de un año en España (la media está entre dos y tres) y se encuentran en "situación límite" por la falta de empleo es el perfil de quienes solicitan el retorno, según fuentes de la OIM y de Cáritas. Desde la OIM dicen haber detectado un claro incremento de solicitudes este año. En Cáritas, destacan un aumento de peticiones de ciudadanos rumanos, que no pueden acogerse al programa al formar ya parte de la Unión Europea.
Por nacionalidades, encabezan la lista general de retornados desde 2003 los latinoamericanos -793 bolivianos, 655 argentinos, 578 colombianos, 513 ecuatorianos (aunque entre estos últimos la tendencia es descendente) y brasileños (356)-.
El programa de retorno voluntario del Ministerio de Trabajo contó el año pasado con un presupuesto de 1.694.109,3 euros. La ayuda económica al inmigrante que decida retornar y cumpla los requisitos consiste en el pago del billete de avión a su país de origen, una ayuda de viaje de 50 euros por cada miembro de la unidad familiar hasta un máximo de 400 así como una aportación adicional para la reintegración en su país de 400 euros por adulto y 150 euros para los menores, hasta un máximo por familia de 1.400 euros. También cubre los gastos excepcionales de estancia, manutención, imprevistos de medicamentos o acompañamiento justificado que se presenten durante el tránsito.
Incentivos al regreso. Hasta aquí lo que existe actualmente y el uso que se ha hecho de ello. Las novedades anunciadas pasan por incentivar el retorno de inmigrantes que no encuentren trabajo con microcréditos o la capitalización de la prestación de desempleo. Para el secretario general de Andalucía Acoge, José Miguel Morales, la propuesta es positiva siempre que sea voluntaria pero "no va a afectar a un número significativo de personas". "No es la solución para el grueso de los inmigrantes que sufren los efectos de la crisis, fundamentalmente porque cuando tienen documentación ya llevan varios años en España, han formado una familia y es difícil que se vuelvan", afirma.
Morales pide cautela al abordar la "crisis" económica centrándola en los inmigrantes porque las "primeras víctimas" son los trabajadores en general y en los sectores más afectados, como la construcción o la hostelería, "también hay muchos empleados españoles en precario". Aunque afirma que, de momento, no se detecta que las empresas que reducen empleo echen primero a los inmigrantes, reconoce que un inmigrante en paro se encuentra en una situación más vulnerable porque carece de redes sociales que le ayuden. Sí reclama más control de la inspección laboral para luchar contra la economía sumergida que, en época de crisis, puede aumentar con los inmigrantes indocumentados.
